La Schola Cantorum de la Catedral de Bogotá (Colombia), fundada en 2011, es un coro-escuela que brinda formación musical a niños y jóvenes en la práctica de la música sacra. Semana tras semana sus miembros, niños y jóvenes entre los 12 y los 22 años, se reúnen para trabajar en uno de los proyectos corales de mayor calidad en el país. No en vano durante sus cinco años de actividades ininterrumpidas la Schola se ha insertado en la vida cultural de la ciudad apareciendo permanentemente en diversos escenarios en los cuales la transparencia de su sonido, su expresividad y la versatilidad para abordar repertorios de diversas épocas y estilos han sido elogiados tanto por el público como por los directores y músicos con los cuales ha tenido la oportunidad de trabajar.

Este año se ha iniciado con uno de los proyectos más ambiciosos de la historia de la Schola: la grabación y lanzamiento de su primer CD: un trabajo de altísima calidad que reúne algunas de las más representativas obras sacras para coro de voces blancas y órgano. Dentro del amplio repertorio de la Schola que abarca el Canto Gregoriano, obras del barroco, el clasicismo, el romanticismo y un extenso programa de música sacra de siglo XX, se eligieron para esta primera producción obras de Gabiel Fauré, Felix Mendelssohn, Francis Poulenc, y el Canticum Novum del compositor colombiano Diego Vega.

La grabación se realizó dentro de los mas altos estándares de calidad en la prestigiosa Sala de Conciertos de la Bibloteca Luis Ángel Arango cuya acústica favorece el brillo y  expresividad del coro. Fueron cuatro intensos días de trabajo cuyo resultado nos dio la satisfacción del "deber cumplido".

Concluída esta etapa entramos en la fase de edición, quizás la más delicada y dispendiosa. Una vez tengamos el producto terminado aún falta prensarlo y duplicarlo, el diseño de las artes, la impresión y el terminado.

Para las primeras etapas del proyecto contamos con un préstamo personal, sin embargo para las fases siguientes es necesaria la consecución de recursos. Conciertos y actividades diversas para recaudar fondos no son suficientes. Necesitamos de un "ejército" de mecenas generosos que decidan apoyar un proyecto único que verá la luz gracias a su apoyo.

En un país sumido en un conflicto armado de más de medio siglo, conflicto que parece estar llegando a su fin, es de vital importancia el apoyo a proyectos que invulucren a niños y jóvenes de diversos orígenes; que les permitan desarrollar su potencial; que fortalezcan sus talentos e impulsen sus habilidades; que los reafirmen en sus capacidad de soñar y transformar su entorno; que les devuelvan la fe y la esperanza. 

Todo aquel que se anime a apoyarnos, que se decida a lanzarse a la aventura de soñar tendrá la satisfacción de estar dando un paso en la dirección correcta. En un mundo de profundas divisiones solamente podemos apostarle a los caminos solidarios.