Es el primer libro que publico y, me ha supuesto un reto personal, puesto que en él, hay muchos aspectos de mi vida reflejados.

Primer capítulo:

Era un lunes cualquiera, ciudad, Alcoy. Los habitantes salían temprano a trabajar. Algunos en sus telares, como antaño, y otros, en empresas de desarrollo de software. Era una ciudad tranquila, rodeada de montañas y una numerosa variedad de vegetación y fauna. Raúl, Sofía, Clara y Olaya, eran 4 adolescentes, amigos desde la infancia, que habían ganado el premio de ciencias en su colegio. Hoy era la entrega del premio, así que se vistieron elegantes para la ocasión. Él se puso su primer traje. Uno negro con corbata roja. Le quedaba algo grande, pero estaba muy orgulloso de poder lucirlo. Sofía llevaba un vestido largo color verde oliva. Clara y Olaya, se decantaron por dos vestidos azules a rayas blancas, conjuntados entre sí.

Llegó el momento, eran las 20:00 del lunes, la hora en la cual empezaba la ceremonia de entrega de premios. El colegio estaba situado en una colina, desde el cual, se podía ver toda la ciudad. Era precioso. Ellos estaban impacientes y nerviosos, puesto que llevaban todo el año trabajando duro para poder conseguir ese reconocimiento. 20:05, 20:10, 20:30… Los minutos pasaban, pero allí no aparecía nadie. Algo pasaba. Llamaron a sus padres en busca de respuestas. Ninguno las encontró. Buscaron por todo el colegio, pero no encontraron más, que el silencio y el ruido de sus zapatos.

Acabaron la búsqueda en su clase. Junto a la desesperación, apareció otro factor inesperado. Cada vez todo estaba más oscuro. ¿Podría ser la Luna tapada por alguna densa nube? Se asomaron por la ventana y vieron como la ciudad iba quedándose sin luz. No sabían si se trataba de un apagón, puesto que la luz se iba de manera gradual. Tal vez eso explicaría la ausencia de la gente a su ceremonia. Perplejos, se quedaron viendo como poco a poco, la oscuridad dominaba la ciudad. El silencio y la ausencia de luz iban de la mano. A los pocos minutos, aparecieron luces rojas en ciertos lugares de la ciudad. Eran como de fuego rojo. ¿Podría ser eso posible? Ellos se quedaron observando la escena. Al momento, algo decidió romper ese silencio. Se trataba de gritos como si estuvieran matando a alguien. Parecían gritos de dolor. Éstos no provenían del colegio, si no, de la ciudad. Concretamente, de las zonas dónde estaban las luces rojas. ¿Qué demonios está pasando? Volvieron a coger sus teléfonos móviles para llamar a sus padres de nuevo. No había cobertura, ni WIFI. Raúl empezó a hiperventilar. Le dio un ataque de ansiedad. Olaya, cuyos padres eran enfermeros, sabía cómo responder ante esta situación. Clara y Sofía se quedaron observando la situación. No querían empeorarlo.

Finalmente, Raúl consiguió tranquilizarse y retomar el control de su cuerpo. Tenían miedo por salir a la calle. Tal vez esas luces rojas estaban más cerca de lo que creían. Podría ser peligroso. Valoraron la posibilidad de dormir allí. El gimnasio podría estar abierto y había colchonetas suficientes para 50 alumnos. Sofía señaló que, seguramente, sus padres estarían preocupados por ellos. Llevaban horas sin tener ninguna información. Después de un pequeño debate, decidieron salir a la calle y regresar a sus casas. Tal vez allí encontrarían más respuestas. Salieron del colegio y empezaron a bajar la colina.

Establecieron una ruta para que nadie fuera solo a casa. Raúl sería el primero en entrar. Luego Sofía, que estaba a unos 5 minutos de la casa de Raúl. Y finalmente, Olaya y Clara que vivían en frente del edificio de Sofía. Mientras bajaban, se dieron cuenta de que ya no había luces rojas. Tampoco habían vuelto las otras. ¿Iba a suceder algo más? Decidieron acelerar el paso, por lo que pudiera pasar, cumpliendo la ruta. Ya en casa, fueron a buscar a sus respectivos padres. Ninguno estaba en casa. Una vez más, ¿Qué demonios está pasando?

Cansados del estrés del día, fueron cayendo en un sueño profundo. - Será Domingo por la noche, esto ha sido solo una pesadilla. - Pensaban para auto convencerse de aquella situación sin sentido. Ring, Ring, Ring… Suena el despertador. Se levantan aturdidos por la noche anterior. ¿Fue un sueño? ¿Qué día sería hoy? Pero la pregunta que antes querían contestar era ¿Estarán mis padres en casa? Se levantaron y fueron a la habitación de sus padres. Allí estaban, algunos durmiendo y otros preparándose para la jornada laboral. - “Todo ha vuelto a la normalidad”- Pensaron. Aunque, algunas dudas surgieron al ver en sus teléfonos móviles, que hoy era martes. Les preguntaron a sus padres por la noche de ayer. Todos afirmaron que estuvieron durmiendo. Ninguno recordaba nada más que eso. En la ciudad, todo parecía normal. Sus compañeros del colegio estaban bien. Pero, nadie recordaba el día de ayer, nadie excepto ellos 4. ¿Estaban perdiendo la cabeza? ¿Volvería a pasar lo de ayer?

Si te ha gustado te invito a que colabores. Si no, también.

Muchas gracias =)