LA CASA DEL ÁRBOL es la hora del recreo, la soledad buscada, son los secretos que no soy capaz de guardar, mil noches en vela. El reloj parado a la hora de las musas, la luz encendida de madrugada.
"Soy todo lo que olvidé decirte antes de marchar"
LA CASA DEL ÁRBOL es un hogar para mis fantasmas. Encontrarás las puertas siempre abiertas por si quieres entrar y traerte a todos tus fantasmas a bailar.
"Un hogar sin fantasmas, es una casa en ruinas"
LA CASA DEL ÁRBOL son las Huídas soñadas que un día dejaron de ser bellas y retomaron el camino de vuelta a casa.
"Me voy para echarme de menos"
Pero he de advertirte que en LA CASA DEL ÁRBOL también se esconden monstruos bajo la cama, aunque eso tú ya lo sabes... Y ¿Aún te preguntas porque sigo volando sin miedo a caer? Te diré una cosa... Yo he visto párpados dormidos que pegados al suelo, tocaron fondo.
"Hoy es mi horizonte, es el KM0, el principio del final"
LA CASA DEL ÁRBOL navega entre tus mareas, perdida en la tormenta porque con el mar en calma, nunca supimos bailar. Y entre tú y yo, cabeza y corazón, encontramos en el movimiento el equilibrio despierto.
"Si tú me enseñas a caminar, yo te enseñaré como echar a volar"
LA CASA DEL ÁRBOL es un viaje sin billete de ida pero con un billete de vuelta abierta. Es la película más cara del mundo, pero, ¿Sabes qué? Es mi película, donde todas mis versiones tienen su papel principal.
"Soy el miedo que alerta pasión, fiel amante de mi imperfección"
Y si cometemos la locura de ser parte de este viaje y lo convertimos en materia, nace un CD extraordinario de 10 canciones que lleva por título...
A estas alturas ya te habrás dado cuento ¿No? LA CASA DEL ÁRBOL
Allí encontrarás estas bellísimas canciones:
LA CASA DEL ÁRBOL, ENTRE TUS MAREAS, HUÍDAS SOÑADAS, OJALÁ, MONSTRUOS BAJO LA CAMA, LA PELÍCULA MÁS CARA DEL MUNDO, ANTES DE MARCHAR, SIN BILLETE DE IDA, ZURE MAGALEAN y TE DEJASTE IR.
Hubo un tiempo donde imaginar que Edo Olmedo (batería), Ivan González "Chapo" (bajista), Gustavo Fantino (guitarrista, pianista, arreglista y el duende de mis canciones), Rubén Caballero (guitarrista), Martxel Azkarazo (técnico de sonido) formarían parte de mis canciones... era eso, un sueño. Un sueño que no dejaba de perseguirme. Hoy es una realidad. Y ahora que has decidido emprender tú también este viaje, has de saber que son ellos quienes, junto a mí, manejan el timón de las canciones.
Ahora te quiero contar un poco más sobre cómo ha llegado tan lejos este proyecto:
Todo comenzó con un problema. Mi problema era que se había convertido en una necesidad cantar y ser escuchada, y ese problema se convirtió en una genial idea; hacer las canciones que siempre quise hacer, las mismas que sé que quieres escuchar. Para ello debía estar fuerte porque has de saber que cuando te enfrentas al papel en blanco, te ves cara a cara con tus fantasmas, tus sombras se iluminan y despiertan tus monstruos, aquellos que creías dormidos.
Hablamos de un proceso de años subida en la montaña rusa, con sus euforias, sus momentos de crisis. Es ahí, a las puertas del abismo, donde se crea el pacto entre mis monstruos y yo. Ellos me darían los versos que jamás creí componer, a cambio yo debía prometer convertirlos en canción y llevarlos tan lejos como pudiera. Hacer de estas canciones algo universal. Ese era el trato y así lo cerré.
Algo así da vértigo, ¿verdad?
Quizás por eso, no es algo que sale a la primera con un simple chasquido de dedos. Y he de reconocer que si esta idea lleva media vida conmigo, la puesta en marcha y llevarla a cabo hasta el final, llevan ya conmigo 3 años.
El primer año fue un proceso de creación muy intenso y terapéutico.
En el segundo año me encontré ya dentro del estudio, trabajando con los músicos con los que soñaba trabajar. Un proceso de grabación muy mimado y cuidadosamente diseñado. En esta época también me lance sin mirar a ciertas ideas que más tarde cambiarían de rumbo y aquí me di cuenta, después de un mal momento, que de las malas decisiones también se aprende. Sobre todo cuando no han sido tuyas realmente. Y decidida a ser yo misma, entran en acción mis propias ideas para el disco, el vídeo clip y la promoción.
Así llega el tercer año, donde me vuelvo a levantar con un nuevo concepto para este viaje, dejar de huir y empezar a construir, comenzando por La Casa del Árbol.
Y aquí estoy, en la parte más rara del proceso (al menos para el músico), buscar promoción, apoyo, pedir ayuda, no hacer sola este camino.
Te invito y te animo a que formes parte de este gran trabajo que como tantos, parte de un gran sueño que hoy empieza a despertar.
Gracias por leerme.