Según la ONU si se continúa al ritmo actual de pesca, el mar podría quedarse vacío de especies comerciales para el año 2050. Según Pavan Sukdev, responsable del estudio, «casi el 30% de las pesquerías han colapsado ya y están produciendo menos del 10% de su capacidad original».
De ahí la necesidad de fomentar la acuaponía en granjas escuelas.
La acuaponía es un sistema de cultivo que integra la acuicultura (cría de peces) y la hidroponía (cultivo de plantas sin tierra) en un mismo sistema donde el agua re-circula constantemente entre los tanques acuícolas y las camas de cultivo hidropónicas. Los desechos de los peces alimentan a las plantas y, a su vez, las plantas limpian el agua para los peces.
En este tipo de sistemas el agua tiene un doble propósito: como cría de peces y como cultivo de plantas, generando así, más alimentos con menos recursos. El agua re-circula constantemente y no se desecha en ningún momento, por lo que se evita la contaminación de aguas superficiales y subterráneas. En comparación con la agricultura tradicional, la acuaponía consume un 90% menos de agua.
Otra ventaja del sistema acuapónico es la facilidad de manejo; no requiere la elaboración de soluciones nutritivas como en un sistema hidropónico, ya que los nutrientes provienen de los excrementos de los peces. De esta manera, respecto a la nutrición vegetal, el insumo más importante es el alimento de los peces, por lo que la calidad de éste es muy importante.
En la acuaponía, como se trata de un sistema en el que conviven organismos diferentes (plantas, peces y bacterias) y por tanto con diferentes condiciones ambientales óptimas debemos mantener la instalación dentro de un rango que complazca a todos los organismos, teniendo en cuenta el pH, la temperatura del agua, la conductividad eléctrica y el oxígeno disuelto en el agua. Por otro lado, no se pueden usar pesticidas ni fertilizantes en las plantas que afectarían al resto de organismos que intervienen en este sistema. Tanto las bacterias nitrificantes como los peces son altamente sensibles.
Reducción del 90% de la huella hídrica
En el cultivo tradicional, por cada kilogramo de tomate cultivado en campo abierto se requieren 214 de litros de agua, lo que equivale a una huella hídrica de 17 litros por tomate.
Ahorro de espacio
La acuaponía está intrínsecamente ligada a la hidroponía o aeroponía, por lo que ahorra una cantidad increíble de espacio en comparación con la agricultura tradicional del suelo donde las raíces de una planta necesitan espacio para dispersarse. En cambio, en los sistemas hidropónicos y aeropónicos se sumergen en un baño de solución nutritiva proporcionada por los peces, previo paso por los biofiltros naturales.
El sistema hidropónico produce un 300% más que el cultivo tradicional en el mismo espacio. En el caso de la aeroponía la producción puede aumentar hasta un 500% con respecto al cultivo tradicional.
Ahorro de agua
Sólo un pequeño porcentaje del agua que se usa en los cultivos tradicionales es usado por la planta. En hidroponía y aeroponía las raíces de una planta sólo ocupan la cantidad de agua necesaria en cualquier momento y tras absorber los nutrientes devuelven el agua limpia a los peces cerrando el ciclo. Esto permite que la misma cantidad de agua que se utiliza para regar una planta en el suelo por un día sirva para regar una planta en una instalación de hidroponía o aeroponía durante semanas ahorrando cerca del 90% del agua.
Menos plagas y enfermedades
Al sacar la tierra de esta ecuación, las plagas y enfermedades se reducen drásticamente en hidroponía y aeroponía. La eliminación de la tierra también elimina muchas de las diferentes enfermedades transmitidas por el suelo y las plagas que afectan a la agricultura tradicional.
Menor período de espera de crecimiento de las plantas
En entornos controlados las plantas ahorran mucha energía y pueden centrarse en el crecimiento y floración, lo que se traduce en cosechas mas cortas y mayor producción.
PROMOCION DE LA ACUAPONÍA
Una vez construida la planta acuapónica comenzaría el fomento de este sistema usando todos los canales disponibles, comenzando por las redes sociales, publicando videos desde el inicio del proceso y de manera regular. Al mismo tiempo se contactaría con cooperativas, agricultores, centros educativos para ofrecerles información, capacitación y asesoramiento en las propias instalaciones. Igualmente contactaremos con las oficinas de desarrollo local de todos los ayuntamientos para ofrecer formación a grupos en riesgo de exclusión social.