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Escuela de soberanía alimentaria

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Loogic Partners

En Loogic creemos en las personas y creemos que cuanto más cerca de ellas estemos, más podremos ayudarles y más podrán ayudarnos. Nosotros estamos limitados, somos un equipo magnífico pero que no llegamos a todas partes. Queremos tener personas que nos ayuden, sea de forma individual o desde empresas, que compartan la filosofía de Loogic y quieran ayudar a emprendedores, startups e inversores.

Nuestras áreas de acción son amplias, si crees que puedes ayudarnos en alguna de ellas, crees que puedes llevarlas a aquellos a los que nosotros no llegamos, queremos conocerte.

Loogic engloba:

La escuela de Soberanía Alimentaria es un proyecto de ingeniería agrícola fruto de un meticuloso proceso de estudio y planificación. Se trata de la construcción de la primera granja urbana que elimina la huella de carbono y evita la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero mientras produce agua potable, energía y alimentos de alto nivel nutritivo. Esta granja urbana es escalable, por lo que se adapta a colectivos, profesionales del sector primario y también a pequeñas familias con o sin ganado.



Es una simbiosis entre arquitectura, ingeniería agrícola y tecnología, enfocada a la economía circular, cuyo objetivo principal es aliviar la frágil y cada vez más tensionada cadena alimentaria.



Este proyecto ha comenzado a ejecutarse en las afueras de Madrid el 1 de enero de 2024. A medida que el proyecto avance iremos publicando información de interés y una vez finalizado se creará el aula interactiva con un seguimiento constante y preciso de cada detalle.



Si como yo, consideras que es un proyecto de interés general, puedes colaborar con tu aportación económica o difundiendo esta iniciativa.



Los retos del proyecto



1. Eficiencia e independencia energética



No todo consiste en sobredimensionar los recursos energéticos para garantizar el funcionamiento de un sistema. Estudiar meticulosamente cada elemento que interviene nos permite crear sinergia entre la ingeniería y la tecnología. Más allá de un buen sistema de asilamiento y de la instalación de placas solares, el proyecto dispone de un innovador protocolo multi-función en el que cada artefacto que actúe en la red debe proveer a otros artefactos de la energía que descarta, ya sea aire frío o caliente, gases o incluso energía cinética e hidráulica. Por ejemplo, sabemos que las placas solares pierden eficiencia a medida que aumenta su temperatura por encima de 25ºC, pero no se usan sistemas de refrigeración porque consumen más energía de la que ahorran. No obstante, si en las instalaciones ya trabaja una bomba de agua 14 horas al día para el sistema de riego, puede desviar parte de su flujo para refrigerar las placas solares, y al retornar, el agua cuya temperatura habrá aumentado, puede ser redirigida al circuito del biodigestor que requiere estar a 35ºC durante todo el año para acelerar el proceso de creación de energía. Esta acción en concreto puede aumentar la eficiencia de las placas solares entre un 2 y un 5%, y al mismo tiempo ahorrar otros 100W de calefacción del biodigestor pero de forma indirecta también puede crear de 2 a 3 metros cúbicos de biogás que a su vez aportan más energía.



Para una climatización eficiente, el reto también consiste en reducir el volumen (que no la superficie) de las instalaciones disminuyendo la altura pero evitando la sensación de ahogo. La solución, más allá de usar colores claros, consiste en intercalar las alturas entre las plantas sin aumentar la altura del edificio y permitir la entrada de la luz exterior con un diseño atrevido y una correcta distribución y orientación. De esta manera hay 2 metros de altura en instancias que no la necesitan, 2.25 en instancias de paso, 2.5 metros en zonas cruciales y hasta 4.5 metros de altura en otros espacios como el invernadero, eliminando 36 metros cúbicos del volumen total de la construcción. Esto permite ahorrar hasta 1,2 kcal/h en sistemas de refrigeración y aumentar la capacidad de producción de alimentos en un 60%.



2. Optimización del espacio



Este reto básicamente consiste en optimizar al máximo el ratio entre el espacio de cultivo y la cantidad de producción. Sabemos que con la hidroponía se puede cultivar entre 10 y 15 veces más y ahorrar más del 90% de agua de riego con respecto al cultivo tradicional. Con la aeroponía vertical de 360º de riego por nebulización pueden aumentar hasta un 10% en el mismo espacio y con menor consumo de energía. Este diseño híbrido innovador permite una densidad de 150 plantas por metro cuadrado.



La distribución de cada elemento que interviene en el sistema está estudiada para favorecer el trabajo con seguridad y la eficiencia.



Como provengo de una cultura de producción orgánica trato de evitar, no sólo el uso de plaguicidas o fungicidas, sino cualquier fertilizante sintético por muy autorizado que esté por las autoridades sanitarias. Y he aquí la tesitura: cómo producir 100% orgánico sin introducir elementos artificiales en el sistema de riego? La respuesta sin duda era el siguiente reto, la acuaponía.



3. Producción de alimentos orgánicos de alto nivel nutritivo



La acuaponía, que es una mezcla entre acuicultura y agricultura, se basa es un sistema de re-circulación en el que se cultiva pescado, en este caso para el consumo, usando el agua para regar hortalizas y devolviéndola limpia al tanque de los peces. Si ese ecosistema se mantiene estable, las hortalizas producen con mayor calidad en menor tiempo y los peces al tener un bajo nivel de estrés se reproducen masivamente, aportando proteínas, omega 3 y subproductos como harina de pescado. El sistema que he desarrollado, al contrario que en las granjas acuapónicas españolas, está basado en un sistema extensivo que no permite, bajo ningún concepto, el uso de hormonas, antibióticos, pesticidas, insecticidas o fungicidas.



4. Captación y gestión de los gases de efecto invernadero



Todos los restos orgánicos que produce este ecosistema,  desde los efluentes de los propios peces hasta restos de comida o excrementos, son tratados en un biodigestor que atrapa el CO2 y el gas metano para almacenarlo con la intención de usarlo para cocinar o calentar agua.



5. Recuperación del entorno



Aparte del biogás, el biodigestor genera biol y biosol que tienen una alta concentración de Nitrógeno, Fósforo y Potasio y se encuentran listos para ser administrados directamente en la tierra del entorno como fertilizante orgánico.



6. Reducción de la huella de carbono



Como es lógico, al tener la “huerta” y la “pescadería” en el interior de las instalaciones, no sólo vamos a reducir los desplazamientos al supermercado sino que al mismo tiempo se elimina la mayor parte de la huella de carbono de los alimentos.



Este proyecto cuenta con otras alternativas al pienso para los animales de granja como el forraje verde hidropónico, que permite ampliar el elenco de animales sin necesidad de comprar alimento procesado, mitigando la huella de carbono cortando la dependencia de la industria y apostando por la ganadería extensiva.



Cada elemento de este proyecto que ahorra espacio, volumen o cantidad, reduce significativamente la huella de carbono



7. Democratización del sistema



Es primordial que este proyecto sea accesible a todo el mundo y eso está intrínsecamente ligado al coste económico. Todas las tecnologías empleadas en el proyecto ya existen pero algunas pueden llegar a ser muy costosas por estar diseñadas para la producción industrial. No obstante, existen materiales en el mercado que, si bien no han sido fabricados para este uso en concreto, gracias a la ingeniería inversa se pueden adaptar para reducir considerablemente el coste. El coste total del proyecto no supera los 60.000€ y ha sido confeccionado exprofeso para ser construido y mantenido por una sola persona.



Muchas grandes ideas han terminado fracasando por la complejidad o el tiempo requerido para su mantenimiento, por este motivo es crucial utilizar toda la tecnología que está a nuestro alcance, no sólo para monitorizar, sino para gestionar e incluso corregir problemas.



Según algunos estudios, para hacer la compra, pasamos 35 minutos de media deambulando por los supermercados al menos un par de veces a la semana. Si a esto sumamos los desplazamientos, podemos concluir que dedicamos unas 2 horas semanales a hacer la compra. Es poco más del tiempo de dedicación que requiere este sistema.



Otra de las barreras a solventar es el tratamiento de las aguas grises y negras. Aunque la soberanía y la sostenibilidad requieren sacrificios, lo cierto es que gran parte de la sociedad no está preparada para muchos de ellos. El reto consiste en utilizar elementos que no desmotiven, sino que la animen a dar el paso evitando cambios bruscos: Para evitar tener que manipular las heces a través de inodoros secos o cámaras de fermentación he desarrollado un sistema con el que ya estamos familiarizados. Este inodoro convencional, que está destinado exclusivamente para aguas negras, no dispone de cisterna, sino de un sistema que aplica un poco de agua caliente a mucha presión: La tubería de aguas negras está conectada directamente al biodigestor, en cuya entrada hay una trituradora sanitaria que procesa todo lo que entra, incluido restos orgánicos que se introducen manualmente, para facilitar el trabajo del biodigestor.



Este sistema es completamente aséptico, no requiere manipular las heces y no genera ruidos, vibraciones ni olores.



8. La estética



Está demostrado que vivir y trabajar en un entorno agradable es bueno tanto para la salud física como mental y este reto es el resultado del resto: gracias a la eficiencia, la optimización del espacio, la ausencia de olores, las plantas, la arquitectura y la tecnología le aportan un aspecto industrial pero ordenado, lleno de luz y de vida.





Ramón López

location Madrid, España
Soy Ramón, ingeniero de sistemas y agricultor. Me encanta crear, aprender, compartir. Por lo general suelo llevar la iniciativa y soy bastante meticuloso en mi trabajo; no me gusta dejar nada al azar. Cometo equivocaciones como todo el mundo pero aprendo de mis errores y de los errores de los demás. Estoy comprometido con el medio ambiente y trato de reducir mi huella ecológica con mucha imaginación. Me encantan los animales, especialmente los perros y tengo 3 adoptados.
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