EL SECRETO DE LAS OCAS
El proyecto se basa en la cría de ocas y gallinas en libertad de forma ecológica, recreando el hábitat natural de las mismas y garantizando que estén en condiciones de bienestar y ausencia de estrés para la comercialización de huevos de gran calidad. Se les proporcionará una alimentación totalmente natural y ecológica, basada en la economía circular y vivirán en una finca de 7 hectáreas con prados, encinas, morales. olivos, higueras, zarzas, almendros, nogales y castaños por lo que su alimentación se basará en pasto, bellotas, almendras, nueces, castañas, higos, moras y lemna minor (lenteja de agua) una planta acuática con la que se trataran los excrementos que se recogerán de las casetas donde dormirán para protegerlas de los depredadores por la noche y donde tendrán los nidales para poner los huevos, esta planta acuática tiene un alto contenido en proteínas (más que la alfalfa y la soja), esto hace que sustituya al grano (alfalfa, soja, maíz) que se les da para complementar su alimentación a, a la vez que nos garantiza la alimentación totalmente natural de los animales y disminuye considerablemente el coste de la misma.
Desde el principio tuvimos muy claro que el proyecto tenía que ser respetuoso con la naturaleza, autosostenible buscando la economía circular y con el menor impacto medioambiental posible.
La finca está situada en La Sierra de San Vicente, concretamente en un pueblo de 300 habitantes llamado Pelafustán, una zona ZEC/ZEPA de especial protección para el águila Imperial, cigüeña y buitre negros, así como zona de dispersión del águila perdicera, para poder realizar el proyecto se ha tenido que solicitar un permiso medioambiental, permiso que ya está aprobado por Medio Ambiente.
En la idea original la granja sólo era de ocas pero con la llegada de la pandemia trajimos a una finca que hay pegada a la casa donde vivimos un grupo de 20 ocas (10 hembras y 10 machos) con la idea de incubar huevos e ir aumentando la cantidad de ocas, también y por el gusto de comer nuestros propios huevos pusimos un grupo de gallinas, como nos sobraban huevos empezamos a venderlos directamente al consumidor con la sorpresa de que no podíamos atender la demanda que teníamos; como las ocas ponen huevos solo dos temporadas al año y las gallinas casi todos los días (las gallinas camperas no ponen huevos todos los días), pensamos que era buena idea complementar la temporalidad de las ocas con la continuidad de las gallinas y decidimos ampliar el proyecto. La pandemia nos ha dado un tiempo para madurar, aprender y adquirir experiencia para el desarrollo de nuestro proyecto.
Una vez que estemos en la finca empezaremos con 300 ocas que iremos ampliando hasta 3000 y en función del mercado, Tenemos un producto de gran calidad dirigido en el caso de los huevos de oca a un público de un nivel medio alto y nos dirigiremos principalmente a restaurantes con 4 o 5 tenedores o Estrellas Michelín, de hecho, la experiencia que tenemos en estos 2 años de pandemia y con tan solo 10 ocas hembras, los huevos se han vendido en un restaurante de Madrid y nos han faltado.
Los huevos de gallina se orientarán principalmente al producto de cercanía junto con otros productos de huerta que variarán según la temporada, frutos secos, mermeladas…todos ellos productos obtenidos de la finca, de hecho, esto ya se está haciendo con una muy buena aceptación.