Siempre he contado mis historias, desde niña mis amigos siempre me decían “Cuenta la última que te ha pasado” y se partían de risa con mis peripecias; aunque soy una persona corriente desde siempre me surgen muchos imprevistos, muchas situaciones inverosímiles y divertidas que todos asiduamente han querido escuchar.
Un día comencé a escribirlas en miles de diarios que agotaba uno tras otro. Descubrí que me alucinaba escribir. Con el tiempo terminé publicando mis historias en el facebook y nuevamente encantaron a los que las leyeron. Mis amigos querían más y más, querían compartirlas con sus conocidos porque se sentían identificados y alegraban un poco sus vidas. Finalmente me animaron a juntarlas en un libro que ha sido toda una experiencia y aventura para mí. Escribir este primer libro me ha llevado mucho, mucho tiempo y mucho esfuerzo para sacarlo a delante, porque es muy complicado hilar historias, conseguir una trama, crear personajes y dar contexto. Pero sobre todo tenía que encantarme y hasta que lo he conseguido no podía dar por terminada mi primera obra.
Pero ha sido un camino muy gratificante, me ha divertido mucho andarlo porque me río tanto imaginando y escribiendo las aventuras que ocurren en la trama. Pero sobre todo lo que más satisfacción me ha dado es crear a Dorita Moreno, mi Dorita Desapercibida: Una mujer resuelta, inteligente, profesional y resolutiva, una mujer de armas tomar, pero que a su vez es una mama estresada, angustiada y con los nervios atacados, que a sus cuarenta años se plantea que hacer con su vida mientras sobrevive como puede arrastrando de un lado a otro a sus hijos llorones.
SINOPSIS: La historia comienza cuando Dorita cambia de trabajo y se enfrenta con la inseguridad de llevar proyectos que no controla; porque Dorita como cualquier mujer odia andar por tierras movedizas y así se siente dentro y fuera de su trabajo. Fuera de la oficina ella carga con todo el peso de la familia, pero se niega a dejar de vivir, sentir y disfrutar, así que se vuelve loca intentando hacer todo y llegar a todo. Todo esto se mezcla con una rutina muy pesada, y un enfriamiento de la relación con su marido. Se plantea si vivir así el resto de su existencia es lo que ella quiere. Tiene cuarenta, aunque los demás piensen que es vieja, ella se siente joven, se siente llena de energía y no se resigna a dejarse llevar por la corriente.