¿Hacia dónde vamos?

Reconocer y valorar a un grupo de españoles y extranjeros de todas las nacionalidades en permanente movimiento, para recrear, resaltar, construir culturas, identidad y filosofía a través de los intereses y necesidades de los artistas a partir del diagnóstico participativo que se viene realizando para desarrollar este proyecto.

Tenemos por delante un inmenso reto de acceder a la sociedad y enfrentarnos a una realidad defendiendo nuestras especifidades culturales, idiosincrasias y nuestro acervo histórico y para hacerlo hemos creado esta propuesta centrada en el humanismo y que contribuya a la construcción de una sociedad más participativa sin exclusión social con una visión cultural que refuerce al artista para hacerlo sujeto de su propio desarrollo, sustentado en la diversidad étnica y pluricultural.

Objetivo General:

Promover y difundir las Artes Escénicas, Plásticas, Visuales, Musicales, Literarias, Artesanales, Gastronómicas y

Audiovisuales por medio de sus artistas (cultores) a nivel nacional e internacional. A través de muestras, encuentros, talleres, festivales, programas de televisión entre otras formas de promoción y difusión que permitan reconocer y valorizar el talento en toda su expresión del artista independiente que no ha tenido la oportunidad de mostrar su trabajo artístico cultural que aliente la solidaridad, la participación, el compromiso, la voluntad, la creatividad, la producción espiritual que destierre las actitudes individualistas y autoritarias a partir

de las habilidades y destrezas, actitudes y valores de los hacedores de culturas (artistas).

Hablar de "cultura" es hablar de los valores y principios de los pueblos, entre los que destaca la identidad. Distintas concepciones del mundo llevan necesariamente a la formulación de propuestas conceptuales diferentes de cultura. Desde el siglo XVIII, se relega la cultura al plano artificial de la bellas artes y niega, confunde y coarta los saberes, los sueños y creatividad de nuestros artistas; todo lo cual sobrevive apenas en escenarios improvisados (calles, plazas, otros) y culturales alejados de los espacios tradicionales de las "bellas artes", ya que estos están previstos para beneficiar solamente a grupos élite de privilegiados dentro de la población. Pero para quienes tenemos como finalidad la construcción de una sociedad más humanista participativa y protagónica, no podemos si no concebir la cultura como la manifestación social fundamental para el reconocimiento y la transformación de la realidad, y no podemos más que acentuar ante todo el fin humanista, ético cultural de esta concepción.

Una cultura en libertad debe ser más equitativa e igualitaria y ha de propiciar la formación de artistas con una mentalidad de cambios profundos y significativos en la valoración cultural de las manifestaciones culturales a partir del juicio de la propia gente haga de ellas. De manera que el solo acto de registro de éstas manifestaciones culturales, es ya un acto de reconocimiento patrimonial. Al seguir el enfoque filosófico de las culturas, los artistas que formen parte de este proyecto constituirán un ejército de sujetos preparados para interactuar en el área de la creación, promoción y difusión; la búsqueda y promoción de talentos; la comunicación alternativa; la valoración y protección del artista; la promoción de la organización social; el establecimiento de políticas culturales para el incentivo al turismo; la generación de empleos y la mejora del nivel de vida de los artistas.

Abrir los sentidos y, sobre todo, el intelecto de la gente para todos podamos captar la Riqueza escénica y de nuestros talentos. También para poder comprender el sentido de pertenencia que se expresa en las diferentes propuestas artísticas del mundo y la fuerza telúrica entre los exponentes de los diferentes artistas y países. Finalmente, para poder entender que hay una razón más poderosa que el simple beneficio económico, en esta organización de los artistas de España y del mundo para producir sus propios emprendimientos artísticos.