Estás a punto de iniciar un viaje inolvidable de la mano de un escritor. Son más de noventa mil palabras con una historia que no te dejará dormir hasta el final. Porque historias hay muchas. Pero solo unas cuantas logran cautivarte.
Te espero en mi mundo.
Sinopsis: ¿De qué va la novela?
Temática: Novela contemporánea | Novela histórica | Aventuras. Novela negra | Thriller.
Caracas. El experto en antropología forense Fernando Vega es convocado inesperadamente por Julián Maldonado, su amigo y presidente de la República, para exhumar los restos de Simón Bolívar en el Panteón Nacional. Pero un trágico suceso la noche de la exhumación y la desaparición de Ariana, esposa de Fernando, cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las ideas de una mente perturbada por las ansias de poder, Fernando se ve inmerso en un mundo gobernado por creencias que escapan de su raciocinio, que parecen arrastrarlo hacia una inconcebible verdad y enfrentarse frente a frente con un pasado que no le pertenece.
Con la ayuda de Nora, amiga y encargada de la investigación llevada a cabo para exhumar los restos de Bolívar, Fernando tiene setenta y dos horas para descubrir la verdad, evitar que Ariana sea parte de un plan para inculparla y enfrentar sus miedos.
Filadelfo J. Morales reta a los lectores con una historia inteligente y de ritmo vertiginoso que ofrece sorpresas en cada página. El Lago de Fuego es una novela sobre la amistad, el amor, la entrega; características que se enfrentarán a las traiciones, los engaños y la codicia, mediante la simbiosis perfecta entre la ficción y la realidad, a través de datos históricos que están por descubrirse y un presente que dependerá de ellos.
¿Cómo nació El Lago de Fuego?
Desde que me tomé en serio lo de ser escritor, he llenado unos cuantos cuadernos de notas con cada idea que aparece, sin importar el día ni la hora. En ella ubiqué entre tantas, dos historias que terminaron siendo una. Fue entonces cuando hace unos cinco años y medio inicié con su planeación: el desarrollo argumental, creación de personajes, ambiente, tono, tramas, escaleta, y un sin fin de puntos que no podían esperar. Incluso, luego de redactar la escaleta a mano y sobre un montón de hojas, a través de la elaboración de mapas y esquemas, lo hice, previa revisión, en postits de colores, con el objeto de organizar el desarrollo de las tramas de acuerdo al personaje que llevaba a cabo la acción en una escena determinada.
Pero eso no fue todo, pues debí investigar hechos históricos que son parte importante de la novela; tarea que me llevó gran parte del tiempo. Me dediqué a la magnifica tarea de preparar y organizar el mapa general, el esqueleto que me sirvió de estructura para comenzar a escribir, siempre con la idea de poder crear una obra para personas como tú, que estoy seguro eres apasionada y trabajas duro para hacer realidad los sueños.
Cuando terminé de escribir el primer borrador, ese montón de palabras descansó unos meses, mientras yo iniciaba, con mayor experiencia, mi segunda novela, sobre la que no puedo comentarte en este momento; pero serás el primero en enterarte, te lo aseguro.
Después de nuestro descanso, inicié la etapa de reescritura, y hasta ahora llevo cuatro correcciones. La próxima, debe hacerla el editor. Es por eso, y por muchas otras cosas (ver apartado “necesidades” al inicio de esta página), por lo que te presento este increíble proyecto del ingenio y seas parte de él, y compartamos juntos la alegría de alcanzarlo. Sé que podremos disfrutarlo.
Nunca olvidaré algo que leí hace muchos años y desde ese momento lo aprendí de memoria:
“Que nuestros sueños desafíen las imposibilidades, recordad que las grandes proezas de la historia, fueron conquistas de lo que parecía imposible.”
Y lo cito, porque somos capaces de lograr lo que nos propongamos, sin importar cuan grande o imposible pueda parecernos. Por cierto, lo dijo Charles Chaplin.
Es por eso por lo que estás acá, porque creemos en lo mismo y juntos podemos lograrlo.
Espero que nos veamos pronto.
¿Por qué el crowdfunding?
Por muchas razones. Te digo unas cuantas:
- Porque un proyecto que fue hecho para ti, merece hacerte parte de él. Y por eso es por lo que lanzo esta campaña, para lograr con tu apoyo su materialización.
- Han sido cinco años de trabajo, de investigación y sobre todo, del mayor placer que he vivido.
- Regálame una parte de ti y esa realidad que he creado será tuya, antes que el resto del mundo.
¿Cómo apoyarme?
Es muy fácil: después de leer todo lo que hemos planeado para ejecutar el proyecto, en el borde derecho de la página principal encontrarás un listado de las recompensas que obtendrás cuando me apoyes. Puedes elegir cualquiera y, además, aportar la cantidad que desees, pues el monto requerido en cada una no es limitante, pero sí el mínimo para optar por ella.
Asimismo, es importante que estés al tanto de que el dinero que otorgues para llevar a cabo el proyecto, no se te cobrará hasta tanto no logremos recaudar 100 % de la cantidad requerida.
Es importante que te diga que en todo momento estarás al tanto de los avances que obtengamos, pues a partir de este momento, en el que me demuestras tu interés, eres parte de él y siempre serás bienvenido a este mundo de ideas, sueños y su realización.
Por último, te recuerdo que puedes contactar conmigo en la sección de preguntas, redes sociales y mi página web; estoy seguro que me ayudarás un montón cuando conversemos y me des tu opinión.
El emprendedor:
Antes de presentarme, una pequeña historia:
¿…? Di unos cuantos pasos y me detuve. Mis pies se enterraron por el efecto de la espuma que brotaba de tal inmensidad. Mis pulmones, en cambio, recibieron un aire denso, ácido y pegajoso. Vi a todas partes y me fue imposible recordar. Algo me llevó hasta ese lugar sin que supiera qué ni por qué; ni esperé descubrirlo.
Transcurrieron muchos años sin que mi mente se ejercitara con los recuerdos. Con ese pasado que se diluyó como la arena que cubría mis pies, y con el presente que malinterpretaba mis sentimientos; esos que sufrieron una eterna sequía e impidieron que un simple espejismo se dibujarse en el desierto de mi existencia. No recuerdo desde cuándo me encontré encerrado entre dos signos de interrogación. No era más que una incertidumbre, una simple e inconclusa incertidumbre, en la que el tiempo transcurrió sobre los pasos que fui dejando en la penumbra, cegado por una luz que dibujaba sombras en la nada, y acompañado por un silencio que, sin darme cuenta, me acostumbró a él. Estaba perdido en un mundo etéreo, a pesar de haber estado rodeado de personas atentas, quienes me tomaban del brazo para que la brisa no me tumbara. Me hablaban con ternura pero con palabras sin sentido. Era como si una orquesta tocara para mí sin director ni partituras. Pero uno de esos instrumentos, uno en particular, desvió mi atención. No lo reconocí; olvidé por un momento que me era imposible hacerlo. Fue una canción o una frase, tal vez. Simplemente algo que provenía de algún lugar detrás de mí, tan imperceptible como el latido del corazón, pero tan significativo como su movimiento. Necesité más aire, pues el que me rodeaba se había vuelto cada vez más espeso, tanto, que pensé que podría moldearlo con los dedos. Debía voltear para escuchar mejor, para saber de dónde provenía; aunque sabía que al hacerlo, encontraría mi silueta y nada más esparcida sobre la tierra informe que tragaba mis pies. Intenté mirar varias veces, pero no pude. Así que cerré los ojos y las palmas de las manos me golpearon las caderas al unísono, varias veces, hasta que dolió. Entendí que mi ritual no fue sino una forma extraña de invocar las fuerzas para ver otra vez hacia atrás. Diez veces conté. Diez veces me golpeé y cerré los ojos con más fuerza mientras pronunciaba cada número desde el cero. Me volteé. Los abrí dejándome llevar por el sonido que deleitaba esa parte de mí que me había abandonado. | Y apareció en pleno día esa noche, como una ilusión perfectamente concebida, o tal vez no. Pero allí estaba ella, con el cabello suelto sobre la espalda. La brisa lo movía al igual que su vestido y lo hacía danzar para mí; dibujaba su figura cada cierto tiempo cuando soplaba a mi favor y lo unía a su pierna, esa que mantenía relajada mientras su cuerpo se apoyaba en la otra. Imaginé sus poros excitados por el roce de la tela y la piel de sus brazos, cada vez que sus manos en cada suspiro, los rosaba para calentarlos. Aluciné entre escombros que se ordenaban ante mí, mientras me adentraba más en el recuerdo, o lo que estuviera pasando en ese momento. De lo único que estaba seguro, era que no quería que acabara. Y así fue. Continuó. Me detuve por un segundo cuando la vi de nuevo, pero esta vez más cerca de mí. Un mechón de cabello caía sobre su cara; batalló con él quitándolo de sus labios, esos que deseé ser por un instante para colarme en sus palabras y, que en algún momento, se despidieron y me dejaron su nombre. ¿Había sido así? No lo sé, pero en ese instante me sentí el hombre más afortunado. Si alguna vez lo dije, debió ser a ella. Pero ¿a quién? ¿A esa mujer? Si no sabía ni mi nombre, cómo podía saber el de ella, cómo podía descifrarlo de los carteles que habían aparecido frente a mí con letras sin ningún orden. Di un paso más y tropecé con una escalera. Era gris y le faltaban muchos escalones. No pude ver hasta donde llegaba, pero pude notar que gran parte de ellos desaparecían y luego continuaban. No me importó, pues nada tenía sentido. Uno de mis pies luchó contra la arena que lo había succionado y subí un peldaño. Luego lo hizo el otro con el mismo esfuerzo, y la escalera desapareció para dejar a esa mujer junto a mí. La miré no sé por cuánto tiempo. Continuaba tan irreconocible como al principio de todo aquello. Hasta que un suspiro rompió el silencio. Eso bastó para que nuestras miradas se encontraran por un instante. No hizo falta más nada para saber que alguna vez deseé estar a su lado por siempre; ¿alguna vez lo dije?, ¿cómo saberlo? Pero mis labios lo pronunciaron en ese momento. Una lágrima no aguantó el espacio de sus ojos y, sin avisar, brotó deslizándose como su cómplice para que no pudiera notarla, pero su brillo la delató. Pude detenerla antes de que llegara a su boca, esa que besé sin titubear y que un día me dejó, tal como lo hicieron sus fuerzas para que no volviera a tomarme de la mano, y mi memoria para que no volviera a recordarla. Filadelfo J Morales. |
¿Qué te pareció? Espero que te haya gustado, pues la escritura se ha convertido en mi pasión. Y como en todo lo que hacemos con deseo y empeño, intento hacerlo con una energía inagotable que me ayuda a mejorar cada día.
Pero claro, te seguirás preguntando quién es Filadelfo J Morales, pues aquí voy:
Soy venezolano, nací en una ciudad llamada Maracay en el año 1975, y me radiqué en Caracas, la Capital de Venezuela, en la que vivo desde hace diecisiete años. De signo sagitario, no puedo ser de otra manera que no sea optimista, alegre, emprendedor y decidido, y por supuesto soñador, entre muchas cosas más.
Como en muchos momentos de nuestras vidas, llega ese en el que nos damos cuenta que algunas cosas nos apasionan más que otras. Lo descubrimos, por ejemplo, cuando alguien nos gusta y hacemos lo posible por conquistarla o conquistarlo o, simplemente, porque deseamos algo y lo conseguiremos sin importar el esfuerzo y el tiempo que ello implique.
Desde pequeño quise ser músico, de hecho, toco el piano desde los 6 años. Fue un sueño que por muchas razones y por lo que esa profesión significaba en ese momento, no pude hacer realidad, desde el punto de vista profesional, quiero decir. Luego, me interné en las historias que tantos autores a través de los años nos han regalado, imaginando los pasos de los personajes que, por unas cuantas semanas y aún en estos días, se convirtieron en mi centro de atención.
No dejaba de imaginar, un don que me ha perseguido durante toda la vida y del que fui consciente muchos años después. Las historias llegaban a mí como por arte de magia. Ideas, personajes, hechos, me hacían imaginar sin límites y entonces, me puse a escribir de verdad. Fue así como llegó el momento de crear.
Comencé con cuentos cortos, como el que acabas de leer, cuya idea fue presentar una parte de la vida de las personas que sufren de Alzheimer. Plasmé desde la ficción, un mundo en el que las vivencias y los recuerdos se han esfumado.
Entonces me propuse a escribir sin descanso y para ello, debía prepararme. Me inscribí en los talleres de narrativa de las mejores instituciones del país y, aunque parezca una locura, la primera persona que me ayudó a escribir bien las historias, fue Norma Tow (Argentina). Desde ese momento parte de mi vida diaria la dedico a aprender.
Luego de algunos años, decidí dar un descanso a los cuentos para iniciar un proyecto más ambicioso: mi primera novela: El Lago de Fuego.
Y ahora, con tu ayuda, podré mostrarla al mundo.
Calendario previsto:
1) Abril-Junio 2018: inicio y finalización del crowfunding en lanzanos.com.
2) Julio-agosto: conseguido el dinero, la novela entrará en etapa de edición. Y tras un arduo trabajo, estará corregida para el mes de agosto.
3) Septiembre-octubre 2018: La novela estará maquetada y en imprenta.
4) Noviembre-diciembre 2018: Comenzarán los envíos de las recompensas. Nuestra idea es que las personas puedan disfrutar de la novela y la obra de arte en las navidades de 2018, con los que tendrás, además, unos excelentes e inolvidables regalos para dar.
¿Te apuntas a llenar el mundo de palabras?
Un sí nos permitirá continuar con la ejecución del proyecto y que pueda nacer. Son muchas las historias que deseo contar y una visión de un mundo y una sociedad, que juntos, podremos mejorar. Tenemos en nuestras manos la oportunidad de dibujar sonrisas y crear escenarios únicos, en los que podremos vivir cuando nos internemos en las historias que tengo para tí. Mi deseo es que puedas seguir imaginando y soñando, y por supuesto, logarlo a tu lado.
Entonces, ¿te apuntas a llenar el mundo de palabras?
Yo creo que sí.