Todo comienza en 2008 cuando con mi família nos venimos a vivir al corazón de la Sierra Calderona, en Valencia, declarada Parque Natural desde el 15 de Enero de 2002.
Es la visión de aquellos algarrobos, muchos de ellos con más de medio siglo de antigüedad, lo que llama la atención de mis sentidos. Y casi puedo percibir el grito de socorro que parece dibujan sus secas ramas mezcladas con otras que se resisten a morir bajo la sombra de los pinos que les crecieron debajo y las enredaderas asfixiantes; pese a todo majestuosos. Sí, escenas de abandono, olvido y desolación es cuanto fuí descubriendo en las primeras salidas a correr por la montaña. Era un monte perdido completamente por una clarísima alteración en su ecosistema, "la eliminación de los herbívoros".
Cuando cuatro años después se produce el terrible incendio que se originó en Andilla y que detuvo una milagrosa lluvia a las puertas del Parque Natural, tras casi una semana ardiendo las montañas, me pongo a intentar averiguar qué se puede hacer al respecto de reintroducir rebaños de ganado caprino con el fin de realizar limpieza forestal controlada.
Efectivamente está contemplado por la administración, incluso diseñados los planes para su ejecución, así como los destinados a la realización de cortafuegos y demás tareas de prevención de incendios forestales. Contrariamente a lo que cabría esperar se vuelve palpable un claro desinterés por intentar atajar esta circunstancia.
Comienza entonces para mi família y para mí un periplo que omitiré por respeto a los responsables de tales momentos de surrealismo. Actualmente podemos decir que hemos aprendido sobre todo que está en nuestras manos alcanzar una realidad donde la soberanía alimentaria sea un modelo que garantice la recuperación y conservación de los ecosistemas, así como de la salud personal de cada individuo.
Descripción del proyecto:
Mediante el uso de vallas metálicas fácilmente manejables y ensamblables entre sí, armamos un corral itinerante dentro del cual se introducen las cabras para su periodo de descanso diario, dependiendo del número de cabezas y de la densidad de vegetación en el espacio acotado, en pocos días hemos transformado ese suelo, iniciando la creación de un cortafuegos que avanzará de manera permanente hasta dónde y cómo se decida. Tras el paso de los animales el terreno afectado posee ahora unas condiciones ideales para proceder a cultivar cualquier clase de plantas. Para resolver el riego de estos huertos ecológicos, es necesario construir embalses en las cumbres de los montes más elevados; de manera que al tener agua y sistemas de irrigación controlados, hemos conseguido hacer cortafuegos verdes y mojados cuando llegue el fuego. La realización de las balsas no supone una agresión ambiental porque es posible hacer éstas utilizando madera de palets y una lona; actualmente casi cualquier actuación que se pretenda es posible realizarla minimizando al máximo el impacto ambiental, sólo hay que tener la intención adecuada.
Al estudiar todo lo relativo al ganado caprino se destaca los beneficios que el consumo de los alimentos procedentes de ellas nos aportan a los seres humanos. Si además añadimos que los animales sólo comen pasto de montaña, las investigaciones realizadas en universidades de todo el planeta confirman que el consumo de estos productos de caprino ecológico son el súmun para la alimentación humana.
Con toda esta información nos sentimos obligados a comercializar la carne de nuestras cabras que cumplen todos los requisitos para ser tan beneficiosas.
Sorprendentemente la palabra cabra padece una denostación totalmente injustificada que impide la introducción en el mercado de forma rentable. Así pues realizamos decenas de catas, algunas a ciegas, y siempre resulta ganadora la hamburguesa de cabra 100%.
La prueba irrefutable de su sabor y textura exquisitos son la aprobación generalizada por parte del público infantil; los niños están libres de prejuicios.
Partiendo de tales conclusiones hemos creado una marca: CARNATURA, hemos sacado al mercado hamburguesas y salchichas blanca y roja, que se venden en los centro Makro de Valencia y Castellón, al haber sido incluidos dentro del proyecto "Alma Makro", pero con muy poca aceptación. Esperábamos poder financiarnos con la venta de éstos productos, pero hemos comprobado que es necesaria una campaña de educación alimentaria y ambiental. Por ello la intención es regalar tantos alimentos procedentes del caprino como pueda ser posible a los comedores infantiles de los coles públicos, así como la impartición de charlas educativas. Hay que hacer entender a todos que el cambio climático no se estaría dando si quedasen los árboles que los hombres hemos hecho desaparecer. Por tanto tenemos una misión: plantar árboles y contribuir a la conservación de la biodiversidad recuperando los ecosistemas alterados...
Hay que actuar urgentemente para salvaguardar el futuro inmediato.
Como véis está todo el camino por andar, podemos ser la generación seminal para empezar a escribir la verdadera historia de la humanidad en un mundo feliz y en armonia, o podemos poner el punto final. Porque la esperanza lo es todo, hay que entender que nos corresponde a cada uno movilizarnos para cambiar el atual modelo de producción de alimentos, todos comemos cada día y debemos exigir excelencia alimentaria. Nadie hará lo que no hagamos cada uno por nosotros mismos, porque todos somos responsables; todos consumimos.