Después de meditar sobre la idea de impulsar este proyecto con varias editoriales, llegué a la conclusión del enorme vacío al que nos sometemos los autores y sus obras.
Mi nombre es Lamberto Alpuente, de 34 años y natural de Teruel.
Prácticamente, han pasado dos años y medio de la publicación de mi primera obra, el poemario “Barbitúricos y otros licores”. Para entonces, positivamente recurrí a esta plataforma de financiación colectiva para llevar a buen puerto mi propósito.
Publiqué mi obra, muchísima gente la apadrinó y conoció, realicé entrevistas, visité festivales, conocí el mundo literario, incluso realicé un vídeo sobre aquellos barbitúricos…
Ahora, después de unos meses esperando respuestas, confío y pienso, que la mejor manera de llevar a cabo mi segundo proyecto, el poemario “La Sombra Erecta”, es lanzarme de nuevo en esta aventura.
Como citaba la periodista y escritora Estela Puyuelo en el artículo del “Artes y Letras” (Heraldo de Aragón), en referencia a mi primer libro, la obra destila frescura, juventud, atrevimiento, amor y existencialismo. Desde una estética romántica y urbana, dando cabida a la sensualidad y el deseo, el ansia de libertad, las drogas, la infancia eterna, la perpetuidad, la incomprensión, la crítica social, la locura. Una obra que supone una oda a los idealistas y soñadores. Una obra joven, pero madura, reflexionada y profunda.
Piropos para mi primer retoño. Semilla para construir este reino.
En conclusión, y pese a la problemática surgida a la hora de distribuir mi obra, prefiero seguir creando ilusiones mediante las palabras que abandonar este proyecto cuasi-vital por motivos que escapan a la razón. No dejar la escritura ni por condena. Luchar por ésta Sombra Erecta, mi segundo libro, con mucha más fuerza y autonomía, el saber a ciencia cierta que debo exponer esta historia al público, para que, sobre todo, sea degustada como merece.
Como cita Javier Sabe en el prólogo de éste, mi segundo poemario, “Nada está claro, todo está claro. Hay que estar preparado para tirarse por el tobogán que lleva al universo de Lamberto Alpuente, porque a pesar de que no hay ni amortiguación ni agua al final de ese tobogán, el dolor de la caída será tan placentero que treparemos otra vez a lo más alto para volver a caer en el mismo suelo duro pero necesario para entender lo que alberga la cabeza de este espantapájaros cegado de rabia…Feliz viaje”.
Amor, serenidad, compasión, odio, destrucción. Metáfora, poesía, prosa, crítica social, y un alma, no una cualquiera, pero quizás como la tuya.
Entre 8 y 10 ilustraciones a cargo de varios ilustradores turolenses, un prólogo a cargo del músico de hip hop Javier Sabe. Y un servidor, Lamberto, natural de Teruel e hijo de las nubes, que os presenta “La Sombra Erecta”, 40 proyectiles de vida retorcida y muerte dulce. Os esperamos en este viaje.