La falta de silencio en nuestras vidas, la aceptación voluntaria de voces ajenas anulando nuestra voz interior, esa que nos habla queda y muda para guiarnos con paso firme hacia nuestras metas, conlleva la anulación de nuestra propia voluntad, de nuestros deseos e incluso de nuestra auténtica esencia como individuos, autónomos e independientes.
En la larga y continuada lucha de género, de clases y de todo tipo de ideología que dé lugar a controversia y confrontación, se suma la problemática que surge en las relaciones intergeneracionales.
Los protagonistas de esta historia descubrirán que en el silencio y la quietud, las dudas, las penas y los deseos insatisfechos afloran de manera irreverente, mostrándose cada uno de ellos exigentes, reivindicativos, hasta que hartos de su prisión estallan en forma de palabras, arrasando con su verdad todo lo que encuentran a su paso.
¿Quién puede erigirse como conocedor de la verdad absoluta?
¿Qué es lo que da lugar al cambio de mentalidad, de creencias, de hábitos de una generación a la siguiente?
La casa de Fulana y Mengana, es una obra en la que se pone de manifiesto las relaciones intergeneracionales, sirviendo al lector o espectador de fiel espejo de sus propias vidas. Una obra en la que se pretenee reflejar la evolución de nuestra sociedad confrontando varias generaciones de una misma familia, en una de las fechas más entrañables del todo el año, pero también una de las más conflictivas y comprometidas para los miembros de cualquier familia que cumpla con rigor la tradición navideña. Todo ello sumado a un encierro en el hogar de Malvina, a causa de una tremenda tormenta de nieve, que hará que todos l@s protagonistas de esta obra se reeplanteen sus vidas y partan, muchos de ell@s, desde cero, asumiendo sin miedo sus nuevos retos con ilusión y esperanza de una vida mejor.
En todo esto la población joven, supone un eje importante de la obra, pues en ell@s recae todos los errores, las frustraciones y los malos modos de las generaciones mayores, malogrando muchisimas veces vidas que comienzan y que se truncan nada más empezar, sin alternativa. La obra aspira a ser catarsis social, mostrando nuestras deblidades, nuestros errores, nuestros miedos, dando pie a nuevas relaciones más gratificantes y fructiferas, comenzando por reconstruir nuestras propias vidas.