El Valle del Jordán en Palestina
Los palestinos del Valle de Jordán llevan siendo víctimas de violaciones y abusos desde que en 1967 Israel ocupó Cisjordania. Desde entonces, la política israelí se ha centrado en la expulsión del pueblo palestino de un valle rico en recursos naturales. La demolición de casas, imposición de toques de queda, confiscación de tierras, arrestos y detenciones arbitrarias son sólo algunas de las estratagemas usadas por el ejército israelí. Contraviniendo lo establecido por las Convenciones de Ginebra y demás normas de derecho internacional humanitario, Israel deniega a los palestinos habitantes del valle acceso a servicios básicos como agua, electricidad, educación y salud, siendo una de las partes más deterioradas de toda Cisjordania, con un porcentaje de pobreza superior al 65% de su población. Para ello, Israel se sirve del establecimiento de un complejo sistema de clausuras y restricciones de la libertad de movimiento así como de un enmarañado y discriminatorio sistema de leyes civiles y militares que hacen casi imposible para los palestinos obtener licencias para infraestructuras básicas indispensables para vivir una vida diga.
8 años haciendo campaña
En 2003, las comunidades palestinas del Valle del Jordán unieron sus fuerzas en una campaña para la defensa de la presencia indígena en el valle. El resultado fue la creación del Jordan Valley Solidarity Movement (Movimiento de Solidaridad con el Valle del Jordán http://www.jordanvalleysolidarity.org), una red de grupos y personas palestinos e internacionales que a día de hoy se muestra muy activo y fortalecido. El objetivo es la consecución de una vida digna para el pueblo palestino en el valle del Jordán libre de violaciones de derechos humanos y amenazas por parte del ejército y los colonos israelíes. Hoy, la campaña continúa creciendo y comunidades locales y voluntarios internacionales participan activamente donando su tiempo y energía para apoyar los objetivos de este movimiento pacífico y solidario concienciando al público sobre la situación apremiante de los palestinos en el valle mediante escritos, materiales audiovisuales y tours para que la angustia de este pueblo no caiga en el olvido.
La clasificación de casi el 95% del valle como Zona C (bajo control militar y administrativo del ejército israelí) ha tenido sin duda terrible consecuencias para los palestinos residentes de la zona llevándolos a niveles de pobreza extrema. La ocupación también está causando estragos en la educación de los niños residentes del valle. Existen pocos colegios para sus 13.000 estudiantes. Casi todos ellos consisten en infraestructuras seriamente dañadas a las que Israel deniega permisos de reconstrucción. Otras infraestructuras corren el riesgo de ser demolidas por el ejército israelí al carecer de permisos casi imposibles de conseguir. Otras tantas no son más que tiendas de campaña o caravanas sin electricidad ya que las largas distancias entre comunidades, la falta de transporte y las restricciones militares impiden el desplazamiento tanto de estudiantes como profesores. Reconociendo que todos los niños tienen derecho a la educación y aprender en un ambiente digno y apropiado, el Movimiento de Solidaridad con el Valle del Jordán trabaja intentando mejorar en la medida de lo posible la calidad de la educación de niños y niñas palestinos en el valle. Para ello el movimiento crea infraestructuras que sirvan de clases para los niños y niñas y aporta mesas, sillas, libros y otros materiales educativos a las escuelas. Voluntarios del movimiento prestan su tiempo como profesores de literatura y matemáticas así como otras materias, puesto que los poblados beduinos también carecen de profesores y de recursos económicos para mantenerlos.
Donde irá el dinero
La comunidad beduina de Ein Il Hilwe se sitúa al norte del Valle del Jordán. Sus niños y niñas solían ir al colegio en Tayasir, una comunidad a gran distancia y donde tenían que pasar una de las barreras militares. Los pequeños eran víctimas de constantes abusos por parte de los militares israelíes y en varias ocasiones se les obligó a volver andando a sus casas, a 13 kilómetros de distancia. Ante los hechos, muchos de ellos dejaron de ir a la escuela. Para asegurar una mejor educación, libre de abusos y violencia, el Jordan Valley Solidarity Movement, con ayuda de una ONG palestina, MAAN Development Centre (http://www.maan-ctr.org/), erigió una tienda de campaña en el poblado de Ein Il Hilwe el pasado noviembre. El colegio cuenta en la actualidad con 35 niños. Aunque ya se ha donado equipo para que el colegio empiece a funcionar, más recursos son necesarios para garantizar el derecho a la educación de un total de 100 niños de la zona. Con el dinero recibido de vuestras aportaciones, el Jordan Valley Solidarity Movement y MAAN Development Centre comprarán una tienda más grande capaz de albergar a todos los estudiantes, además de sillas, mesas, libros y otros equipos.