Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Novela en primera persona y basada en hechos reales.
Nuestro protagonista es un diligente subalterno de un notable delincuente que le confía las tareas que requieren de una solución eficiente y discreta.
En el transcurrir de sus particulares tareas la historia nos va revelando sus métodos así como la desigual fauna con la que ha de lidiar en su día a día.
Discreto y contundente, a través de sus ojos iremos conociendo la singularidad de un mundo peligroso y de los individuos que lo constituyen.
Frágiles prostitutas, envalentonados camellos de poca monta y delincuentes sacralizados.
Sus páginas esconden una contienda interior de nuestro guía pues sufre los padecimientos de una enfermedad mental. Un viaje doloroso que ha de enfrentar en soledad pues no puede exhibir sus vacilaciones e inseguridades.
Nacido en el norte, no especificaremos donde como ya lo hiciera Cervantes con su Quijote.
De familia desestructurada, soy el cuarto de seis vástagos.
Mi padre, que no lo fue nunca, agrió los primeros años de mi devenir. No fue una infancia luminosa pero el recuerdo grabado en mí tampoco es funesto.
Como el insigne personaje ideado por Don Miguel, también tengo algo de lunático.
De carácter tornadizo, escrupuloso y metódico, en ocasiones difícil.
Jamás perdono una mentira.
Subsisto en una existencia donde se enredan días interminables, aquellos en que el pesar es la tónica con otros donde la aflicción troca y me da tregua.
La vida me ha llevado por derroteros inverosímiles y situaciones complejas, nada ha sido fácil y el cambio me persigue allá donde voy estorbando, alejándome de una estabilidad duradera.
Ese soy, indefinido pero sin dobleces.
«Libro intenso, vibrante y profundo que esconde en sus páginas una trama persistente y potente.
La liza diaria de un enfermo mental inserto en los bajos fondos de una ciudad cualquiera.
La batalla permanente contra si mismo y su conmoción.
La narración atrapa desde sus primeras páginas, gráficas y sin aderezos.
Entusiasta y sincera destapa el conflicto, la lucha interior del protagonista, guiándonos a través de su cotidianeidad.
Acción, reflexión, verdades y dudas de un personaje complejo embebido en una realidad penetrante y viva.
Presenta de forma franca y natural un submundo desgarrador pero que encubre afecto, piedad, ternura y dolor.
Lacerante y desgarradora, delicada y emotiva a un tiempo.
Un relato auténtico, llano y sincero donde violencia y afecto comparte espacio con criminalidad y afectos».
«Despierto tras haber dormido poco y mal, mareado, tembloroso La leve luz que entra a través de la persiana a medio bajar me molesta demasiado para abrir los ojos.
La habitación gira y mi corazón late desbocado.
Otra noche de excesos y toca pagar el peaje.
Me falta el aire, me muero de sed, las manos me sudan y otra vez esa puñetera ansiedad que me asalta oprimiéndome el pecho.
La cabeza me palpita.
Doy media vuelta dentro de mis sabanas embrolladas y el dolor se intensifica.
Me encojo y escondo la mollera debajo de la almohada, la estrujo contra la sien, cuanto antes tome un ibuprofeno mejor, pero la desgana que mi organismo invade, impide hacer el ridículo esfuerzo de acercarme a la cocina.
Un pensamiento fugaz me agujerea hiriente, algo que no debí decir y que ahora me arrepiento de haber vomitado, una estupidez, una torpeza que estalla de pronto sin anunciarse, nada con autentica importancia pero que en esta desazón retumba en mi memoria con fuerza atronadora, me retuerzo en un vano intento por olvidarlo, un quejido breve se escapa de mis labios.
Decido levantarme.
Incluso el sonido del colchón al incorporarme resulta incómodo.
Los nervios a flor de piel, intento no hacer demasiado ruido, las paredes son de papel y tengo la impresión de que mis movimientos delatan mi estado de ánimo.
Avanzo de puntillas a grandes zancadas aunque a duras penas mantengo el equilibrio».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Fran Díaz os lo agradeceremos.