Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Álvaro, enólogo de profesión en una cooperativa, sufre un accidente en extrañas circunstancias que le deja en estado de coma. Su novia Grenache y María, madre de éste, comienzan a investigar sobre el suceso. Ambientada en la España vaciada alrededor del mundo del vino, se comienza a desgranar un entramado existente entre dos bodegas, sus gentes y un empresario italiano que utiliza el vino como tapadera para introducir droga en su país. Novela de género negro y suspense.
José María Velasco Román, nacido en Valladolid en enero de 1973, habitualmente reside en Cuéllar (Segovia). Se formó como Enólogo en la Escuela y Museo de la vid y el vino de Madrid en 1993. Y desde entonces ha trabajado en Francia, Serbia y España. Actualmente asesora a diversas bodegas en la Ribera del Duero.
Su inquietud por la escritura le llevó a realizar varios cursos en la Escuela de escritores de Madrid, así como, un Máster en la Escuela Europea des Arts (Barcelona). Ganador del primer certamen de cuentos breves, de la Fundación Splora (seleccionado y relatado por el actor Fernando Cayo).
Colaborador habitual en Hispania Nostra de autor, con relatos de suspense semanales publicados en la página web de la Asociación, denominados «Crónicas Rojas». Ha sido seleccionado en el certamen del Ateneo de Valladolid 2020.
Finalista en el IV certamen Agustín Dupin de novela negra.
«Terruño es una novela negra con pinceladas costumbristas que tiene como contexto la España despoblada y el mundo del vino. Es una obra de intriga que se enmarca dentro del género negro. La historia que presenta la obra posee una trama compleja, con detalladas descripciones físicas y psicológicas de los personajes que bien podrían llevarse a la gran pantalla. Nos encontramos ante una novela especialmente adictiva que seduce la imaginación del lector y que arranca con un personaje principal que se encuentra en estado de coma debido a un misterioso accidente. Esta es una novela de acción a la que el autor imprime un ritmo implacable de principio a fin, por medio de un estilo directo, conciso y una estructura de capítulos cortos. Es un libro de ágil lectura y que mantiene el interés del lector hasta el desenlace final».
«Eran las diez en punto de la noche, aunque el reloj de pared de la casa de los padres de Álvaro se había parado. El ambiente olía a leña quemada que salía de la cocina y formaba “eses” blancas en el cielo negro. Joaquín, desde su sillón, observaba con desasosiego el pequeño recibidor, en el que se conservaba un viejo baúl gastado y deslucido. Encima de él tenía los aperos de labranza: un par de azadas, tijeras de podar, algunos garillos de vendimia, varios utensilios agrícolas y unas botas de campo.
Anclado en la pared había un perchero con tres brazos del que colgaban: una trenca de invierno, una cazadora sucia llena de cicatrices, un mono de trabajo azul con parches en las rodillas y, encima de este, una gorra verde y blanca de una conocida marca de fertilizantes.
En el salón hoy la chimenea estaba muda, había sido un día de mucho calor y era suficiente con el que salía del fogón de la cocina. En el centro estaba la mesa del comedor, preparada para cuatro personas. María, callada y pensativa, movía la sopa de fideos con un cucharón de madera, y sobre la vieja encimera de azulejos había un trozo grueso de cuerda de hilo sisal.
Llamaron a la puerta. Joaquín miró a María, que seguía de espaldas moviendo la sopa. Él esperó a que se girara, pero ella no lo hizo, entonces se puso de pie.
—María, ya ha llegado —dijo a media voz.
Su mujer lo miró y le propuso con la mirada que fuese a abrir.
—¿Estás convencida? —preguntó con un susurro.
Ella asintió irritada con la cabeza. Él se acercó hasta la entrada despacio y sigiloso. Suspiró y cambió el cariz de su rostro para aparentar ser alguien afable. Entonces decidió abrir la puerta».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y José María Velasco Román os lo agradeceremos.