Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Nela es una respetada y querida joven de su comunidad que lucha por salir adelante en una ciudad de llena de contrastes. La suerte está de su lado la mañana en la que se anuncia al mundo que ha sido escogida para dirigir la sociedad junto a un puñado de afortunados.
Decidida a dar lo mejor de sí misma, se embarca en una aventura más allá de los límites que ningún otro ciudadano ha cruzado, sin embargo, su curiosidad la arrastra hasta una realidad oculta, una cruel y enfermiza que pocos conocen. Sin tiempo para mirar atrás, se ve forzada a desenmascarar a los culpables de un peligro inminente, cayendo en una espiral de consecuencias inesperadas...
Miguel Álvarez Alonso, nacido en septiembre de 1998, es un joven autor madrileño que combina su carrera profesional como ingeniero aeroespacial con su pasión por la literatura de fantasía y de ciencia ficción.
Su afán por devorar libros y su entrega a la escritura le han llevado a cosechar desde pequeño un interés especial por un hobby, el de idear mundos imaginarios donde la ciencia y la magia se dan cita, creando historias originales en las que plasma su conocimiento técnico y su curiosidad por otras culturas, hasta dar el salto a un formato más largo y detallado. El resultado de todo ello es su obra Síndico, su primer trabajo como novelista, una ópera prima con toques de terror en la que muestra su habilidad para atrapar al lector desde la primera página con un estilo ágil y envolvente.
«A la gente corriente no suelen pasarle cosas extraordinarias. ¿O tal vez sí? Síndico es mucho más que una novela, es un recipiente que utiliza un escenario poblado de mundos de ensueño y pesadilla para enfrentar al lector a su propia forma de comprender la sociedad.
Los seres que habitan en sus páginas y las situaciones que desarrolla buscan desafiar las ideas preconcebidas y ponernos frente a un espejo en el que vernos reflejados, en una obra en la que los personajes deberán tomar decisiones que resultan muy cercanas, donde el blanco y el negro han sido sustituidos por una escala de grises, donde todo acto tiene consecuencias.
En un mundo en el que el dolor y la felicidad van de la mano, la protagonista descubrirá que nada de lo que creía saber de antemano tiene sentido».
«Trepó por unos peñascos que se interponían entre la cima y ella. Conectó cada mano y pie sobre la resbaladiza pared afilada con la habilidad de alguien que lleva toda una vida dedicada a la escalada.
Al mirar hacia arriba durante la ascensión, le dio la impresión de ver polire hasta en las mismas gotas que caían del cielo nocturno. Nela agudizó un poco más la visión, atravesando la capa de eternas nubes y captó el remoto centelleo de las estrellas. Aquellos cuerpos celestes parecían observar su periplo cómodamente desde una distancia imposible, suspendidos en el firmamento pero unidos a ella por la luz que manaban.
Superó el ascenso sin esfuerzo y se puso a correr a un ritmo sostenido. Los Irradiados y las bestias eran un distante eco en su mente.
Aún barruntaba sobre Luverne cuando frenó en seco. Había alcanzado la ansiada cima. Se sorprendió de la rapidez con la que lo había conseguido. Viéndolo en retrospectiva, había resultado tan sencillo que no se sintió orgullosa de su hazaña.
Miró a su alrededor. Los árboles ocultaban el paisaje, así que se enganchó a uno de ellos como si se tratara de algo innato y comenzó a trepar por su desproporcionado tronco con naturalidad. Cuando llegó a la copa, apartó las ramas con ambas manos y sus chisporroteantes ojos escrutaron el horizonte con detalle.
El panorama era espléndido. En la inmensidad de la noche mantos de agua caían sobre los valles aledaños y los regaban con tenues lucecillas anaranjadas. La luna había salido completamente y gobernaba la escena desde lo alto, haciéndose ver entre las nubes. El polire lo impregnaba todo, vinculando el espacio bajo su armónica batuta.
Embelesada por lo que estaba viendo y embriagada de poder, notó una lágrima deslizándose por su mejilla. Quería congelar el universo mismo y permanecer allí eternamente, sintiéndose parte de aquel grabado de ensueño, pero en algún lugar la necesitaban».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Miguel Álvarez Alonso os lo agradeceremos.