Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Es difícil abrirse paso en la industria del cine; por eso cuando Nero tiene la oportunidad de protagonizar una película debe aceptar, a pesar de su conflictivo pasado con el director. Así es la vida de un actor en Hollywood. Sin embargo, Nero no es cualquiera. Desde su extraño nacimiento, y a lo largo de su errante vida plagada de episodios fuera de lo común siempre se ha sentido distinto, pero todo cambiará al aceptar su nuevo papel. Conforme aparecen nuevas amenazas a diario, Nero debe protegerse del peligro que siempre le ha perseguido con la ayuda de sus más íntimos amigos, James y Emma, y hallar la verdad sobre sí mismo gracias a Thalia, una desconocida que sabe más sobre su condición que él. Todos colaboran para conseguir que Nero escape de una vez por todas y pueda ser libre al fin.
Jesús Palmero García nació en Sevilla el 29 de mayo de 2002. Con padres de Zamora y Valladolid pasó su infancia entre andaluces y castellanos aprendiendo las diferencias cuturales y lingüísticas mientras desarrollaba su pasión a la lectura y las historias que más tarde le llevaría a escribir. Tras completar la secundaria y el bachillerato de ciencias biológicas en el I.E.S Antonio Machado, donde recibió gran apoyo del profesorado por sus escritos, accedió al grado de Bioquímica de la Universidad de Sevilla, en el cual continúa estudiando. También tiene un especial interés por la lengua inglesa cultivado en su tiempo libre. En su faceta como escritor, tiene una variedad de relatos presentados a distintos certámenes locales y nacionales, siendo uno de ellos el microrrelato «Vida de un día», accésit del XV premio de microrrelatos de El Brocense, Cáceres.
«Cada uno tenemos nuestra propia vida, nuestra propia historia. Son estas historias las que nos definen y de manera natural nos vemos inclinados a interesarnos por ellas. Por ello leemos novelas, cuentos, teatro e incluso poesía. Nos identificamos con los personajes y les acompañamos en el viaje que se nos narra, sintiendo lo que ellos sienten, viviendo en su piel.
Esta novela tiene un significado especial para mí. No solo porque sea mi primera, sino porque en ella he plasmado mucho de lo que me parece sentir y pensar en el día a día. Se la dedico en especial a aquellos que se sienten desplazados, al margen y a menudo perdidos. Si puedo conseguir que por leer esta historia alguien se sienta algo más cómodo y en paz habré conseguido todo lo que pretendía; todo el esfuerzo estará recompensado».
«Ambos se quedaron callados. No había nada más que pudiera decir para convencerlo. Sabía perfectamente que no tenía otra opción. Llevaba un año viviendo de su último trabajo como actor secundario. Empezaba a estar desesperado. Además, le apetecía trabajar. Actuar era su pasión. Desde pequeño le había fascinado el arte de pretender ser distinto a lo que dicta la realidad. Pero el director era un gran inconveniente. Haría del rodaje su tortura personal, y si llegaban al final, hasta cobraría por ello.
No obstante, por otro lado. Era adulto y pasar página era parte de ello. No podía obcecarse como un niño, tal como decía Emma. Además, sabía que si se lo proponía podría soportarlo. Quién sabe, tal vez hasta se le hubiera olvidado o dejara correr el asunto. Quizá hasta pudiera disfrutar rodando la película con un nuevo reparto. En la vida de uno hay momentos para ser cobarde y conformarse, y momentos en los que el valor es el motor para labrar un futuro. Desde luego no iba a llegar a ninguna parte quedándose en su casa, viendo el sol salir y ponerse desde la misma terraza. La vida está para vivirla. Estaba convencido. Y pensar que podría haber echado a perder su última oportunidad de seguir viviendo su sueño hollywoodiense.
—De acuerdo, lo haré. Por el dinero y por distraerme un poco.
—Perfecto —dijo Emma alegre. Hasta sus sonrisas eran escuetas, pero seguían valiendo su peso en oro.
—Pero más vale, que no se pase de la raya. Estoy dispuesto a soportar lo que se le ocurra, pero tengo mis límites.
—Ya lo sé. Nada de agua. Lo que me recuerda —empezó sacando de su enorme bolso un montón de folios grapados para dejarlo en la mesita que había junto al canapé en el que se había acomodado —que aquí tienes el guion. Bueno es parte del guion. Lo he leído y no menciona ni el agua, ni el mar, ni nada parecido. estás a salvo.
—Vale, déjalo ahí mismo. Ahora sí que me apetece darme un chapuzón.
Vestido únicamente con el bañador, desde el extremo más alejado de Emma se zambulló de cabeza en la piscina rompiendo el embrujo reflectante del sol en la calmada superficie del agua».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Jesús Palmero García os lo agradeceremos.