Una adolescente nigeriana tiene la ilusión de viajar a Europa como única vía para salir de la miseria. En su búsqueda desesperada sobre cómo hacerlo se enamora del hombre equivocado que la engaña y la somete mediante prácticas de Vudú. Tras un largo sufrir por las calles de Benín City alguien le ofrece un billete al «Sueño blanco», a Europa. Ella no lo sabe aún, pero el billete solo es de ida, sin retorno y el precio que pagará en destino por él será demasiado alto. El viaje la lleva por distintos países africanos, Benín, Togo, Ghana y Costa de Marfil entre vehículos militares, camioneros que trafican y barcas de pescadores que llevan «carne». Cuando llega a Costa de Marfil, en casa de la «mami Abiyán» donde ella cree que han terminado sus penurias, comprende que el verdadero viaje aún no ha empezado. Los recuerdos de su infancia, de su madre, de su hermano es todo su equipaje en el que se abriga de noche cuando cierra los ojos. Su trágico destino azuzado por las revueltas militares en Costa de Marfil la llevan a Senegal desde donde empezará su periplo por Europa. El «Sueño Blanco» va tomando color, pero curiosamente desde la ciudad de la Luz este se tornará cada día más oscuro, más negro, tanto como sus ojos. «Mami Madrid» se convertirá en su peor pesadilla hasta el punto de desear la muerte. Se paseará casi desnuda por «Marconi», por la Casa de Campo. Dormirá después de estar todo el día en la calle con frío, lluvia o calor, sobre una colchoneta de goma espuma, pagará por el papel higiénico, por la ducha, por la manta, por la toalla, pero el precio más alto lo pagará por vivir, por haber confiado en un mafioso nigeriano con el que se encontrará en Roma.
Manuel Cantarero González.
Toda una vida dedicada a la hostelería en la empresa familiar. De mano de la Agrupación de Hostelería ha organizado jornadas gastronómicas de cocina Castellano-Manchega en EE.UU. Ha estudiado hostelería en Aranjuez. Técnico Superior en Restauración y en la Universidad de Alcalá. Es Asesor de Agroturismo y Microempresas de Turismo Rural por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En la actualidad prepara su TFG (Trabajo Fin de Grado) último año de Humanidades Historia Cultural en la Universidad de Castilla la Mancha. Dirige un proyecto de Emprendimiento y Sostenibilidad en los entornos Rurales del Escabas. El tiempo libre lo dedica al estudio de la historia, la literatura y la arqueología en la Villa Romana de Noheda (Cuenca).
Su andadura literaria comienza de joven dedicándose a la poesía y los relatos del más puro estilo intimista. Para 2021 aparecerá su primera publicación histórica sobre los orígenes de la hostelería en Tarancón desde Carlos I al presente.
«Esta historia, la historia de Nadín, es la historia de una adolescente sometida por la tiranía de una mafia, pero es la historia de miles de mujeres jóvenes violentadas, forzadas por sus guardianes. Obligada a practicar sexo con hombres. Esta historia es la historia que ella con lágrimas en los ojos, yo también, me contó a lo largo de muchas tardes en un centro comercial una vez que consiguió huir a sabiendas que la buscarían».
«—¡Te veo preocupada Nadin! Desde la muerte de mamá te veo seria, demasiado seria.
—¡Sí! ¡Pero no lo puedo evitar! Será normal y me acuerdo de ella.
—¡Tienes que superarlo! ¡No te puedes sumir en la depresión!
—¿Tú crees que esto se puede superar?
—¡Claro que si se puede superar!
—¡No me refiero a lo de mamá! Me refiero a esta vida de penuria que llevamos y a la que nos espera en el futuro.
—Piensa en cuanta gente hay peor que nosotros Nadin.
—¿Y ese desdichado pensamiento alivia tu alma, tu espíritu, tu conciencia? ¿Ese desdichado pensamiento te permitirá algún día vivir mejor? Cuando digo mejor solo me refiero a tener una esperanza, una ilusión por la que esta miseria valga la pena de ser sufrida y por supuesto no hablo de aspirar a una casa o un trabajo.
—Recuerda las palabras del pastor en la iglesia.
—¿De verdad crees en esas palabras? ¿De verdad crees que hay que conformarse con lo que nos ha tocado vivir? ¿De verdad lo crees? Mamá creía en el pastor. ¿De qué le ha servido? ¿Qué ha mejorado su vida? Ha tenido que morir para dejar de sufrir y el pastor nos cuenta que ha de esperar ahora el juicio divino. ¿Cuál ha sido el delito de una mujer que ha vivido en la miseria de una inmunda chabola? ¿Por qué tiene que ser ella sometida a un juicio? Porque lo diga el pastor. ¿Qué sabe el pastor de vivir en una chabola? Cuando él va en Mercedes con aire acondicionado.
—¿Qué te pasa Nadin?
—¿De verdad crees que tenemos que vivir y morir en esta desventura porque el pastor lo diga? ¿De verdad lo crees José?
—¡Pero esto es lo que es!
—¡Ya! Pero yo no veo que el pastor ni sus orondos hijos pijos vivan en una chabola».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Manuel Cantarero os lo agradeceremos.
