Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
¿Con qué propósito estamos en esta vida? ¿Venimos a sufrir o a ser felices? ¿Existe algún objeto «mágico» que cumpla todos nuestros deseos? Los protagonistas de estas nueve historias lo irán descubriendo poco a poco. Porque lo que dará completo sentido a todo lo vivido será el amor, en su más amplia acepción, y la plena satisfacción por lo que uno hace. Esta historia no solo cuenta los periplos de una reliquia. Es mucho más. Es un viaje, no solo a través de diferentes épocas de la historia, sino a través de uno mismo; creciendo, madurando, evolucionando… Y hablando de todo esto…, ¿se encontrará de una vez la reliquia?
Natural de Medina del Campo (Valladolid), esta chica siempre quiso ser escritora, pero cursó estudios relacionados con el mundo de la empresa, la administración, los idiomas, el diseño gráfico y la animación sociocultural.
Es autora de numerosas novelas, cuentos, relatos y una obra de teatro. Algunos relatos y microrrelatos suyos aparecen en libros de antologías con autores varios.
En 1988, su relato ¡Silencio! Se duerme obtuvo el reconocimiento del jurado en el Primer Certamen de Relatos Breves de Mujer (Ayto de Valladolid), un cuento suyo: Nita y su libro mágico fue visionado en la Semana de los derechos de la infancia en Medina del Campo y es co—autora (tanto en textos como en fotografías) del libro: Moraleja de las Panaderas (Diputación de Valladolid).
En 2018 publicaron su primera novela: Polvo de Estrellas.
Se considera una persona muy creativa utilizando para ello no solo la escritura, sino también otros medios artísticos de expresión.
«Leyendo La reliquia se viajará a través del tiempo y el más allá y se conocerán interesantes y sorprendentes historias ocurridas en la prehistoria, en la época romana, en la alta y baja edad Media, en el Renacimiento, en la España napoleónica, en el siglo XX, en este siglo y a finales de este.
Es una historia que habla de la fuerte conexión que existe entre los seres humanos y esa otra realidad que no podemos ver…».
«Una vez que ya se encontró en esta nueva y fría galería, Yuck intentó proseguir su camino. Solo pudo dar tres pasos. De la impresión, este niño dejó de andar parándose en seco. Se escapó de su boca un grito de asombro y emoción. Incluso fue incapaz de cerrarla durante largo rato. Se hallaba anonadado. A pesar de que la luz era insuficiente para ver mucho más allá de su cara, lo que se podía distinguir era un verdadero regalo para la vista. Por una parte, se podía observar una gran concentración de formaciones multicolores colgando del techo o surgiendo del suelo como si fueran lanzas listas para el ataque. Las había grandes, pequeñas, delgadas, gordas… Lisas, rugosas, con relieve, haciendo formas… Claras, oscuras, brillantes… Y por otro lado, en las paredes laterales parecían estar esculpidas… ¡flores! Como las que él estaba acostumbrado a ver, pero con su centro mucho más grande y sus hojas más puntiagudas. Incrustadas en esas rocas brillaban con la misma fuerza que en las composiciones que atravesaban, ya fuera por arriba o por abajo, el interior de la cueva. ¡Increíble!
—¡También florecen maravillas bajo tierra! —se dijo.
Yuck intentó moverse a lo largo y ancho de esa estancia. Deseaba ver más. Cada paso que daba era impresionante porque dichas composiciones… ¡invadían todo el lugar! El niño no tuvo palabras para describir la sensación que le produjo el contemplar todo aquello en su conjunto. Yuck permaneció estupefacto durante bastante tiempo. Nunca había contemplado nada parecido. Sin duda, le maravilló esta belleza de la naturaleza que nunca se le borraría de su mente».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Reme Cuéllar os lo agradeceremos.