Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
El conocido como bosque de los cuervos, famoso por ser uno de los destinos preferidos entre los suicidas, esconde un secreto: en sus entrañas sobreviven los restos de una especie de criaturas que se hacen llamar lutumanos, cazadores que dejaron atrás su momento de gloria y se alimentan bajo el resguardo de los mitos y leyendas, en un mundo tecnológico e interconectado en el que sus presas podrían aplastarlos con conocer su existencia.
Entre ellos, dos jóvenes hermanas podrían desestabilizar el fino equilibrio que los mantiene a salvo: Adara, que sueña con explorar el mundo exterior; y Alma, que fantasea con destruirlo. Mientras tanto, su padre está luchando por mantener unidas las piezas de un refugio que se desmorona.
Los deseos de Adara y Alma las impulsarán a abandonar el cascarón en el que su familia las ha mantenido, aunque la realidad exterior quizás no sea como ellas se imaginaban.
Joven de veinticinco años nacido en Sevilla, mi incursión en la escritura es reciente, compaginándola con el desarrollo de mi tesis doctoral en biomedicina. Hasta el momento he escrito relatos y microrrelatos, enmarcados en su mayoría dentro de los géneros de fantasía, ciencia ficción y terror. He ganado un reto semanal de escritura propuesto por la editorial Libros.com y soy el autor de uno de los microrrelatos publicados en la antología del II Certamen «Rubric» de microrrelatos.
Soy un amante de las buenas historias, sin importar medio o género. Ahora que me he decidido a crearlas, me esforzaré para estar a la altura de todos los que decidáis acompañarme en este camino.
«La fábula de las bestias es una novela de fantasía con elementos de terror en la que el tono evoluciona y madura a la par que sus dos protagonistas. La historia se desarrolla desde múltiples perspectivas, arrojando complejidad al dilema de la supervivencia de los lutumanos y permitiendo mostrar los matices positivos y negativos de las diferentes posturas. No se trata de héroes y villanos, sino de personas y seres con deseos, miedos e intereses que los abocan a un enfrentamiento inevitable. Su eje central son los personajes, sin olvidar que son sus decisiones, y los eventos que estos desencadenan, los que los definen.
En esta obra, la fantasía se va entremezclando con la realidad, al igual que les ocurre a sus protagonistas. Y este choque, reflejo del cruce de los sueños con la vida cotidiana, tendrá consecuencias».
«La música comenzó a sonar por los altavoces, con un tono suave dominado por violines. El bailarín posó su mano en el costado de su compañera y la deslizó hasta el dorso al ritmo de la canción, a la vez que su otra mano se entrelazaba con la de ella para acabar cara a cara. Alma dejó a un lado la lucha de egos y se dejó guiar: retrocedió con el pie derecho, luego con el izquierdo… los movimientos se sucedían en perfecta sincronía. En nada la cosa se complicaría, pues se acercaba el momento del primer corte y quebrada. Ella alzó su pierna y él la agarró firmemente, sus cuerpos tan juntos que podía sentir el palpitar de su corazón. La música aumentó su intensidad, los violines se volvieron más agresivos y comenzaron a destacar el bandoneón y la guitarra, con el piano y el contrabajo de acompañamiento. Adán la giró en el aire dando una vuelta completa y la dejó caer hasta que su tronco se dispuso en paralelo con el suelo y su pierna en perpendicular, mientras ella seguía el compás con sus brazos. Cualquiera hubiera pensado que la química entre ellos era real. La ovación del público se adueñó de sus oídos. A aquellas alturas ya debía de haber captado la atención de todo el mundo, era hora de dejarse llevar.
Los ochos, ganchos y boleos se alternaron con figuras más complejas. Los pasos eran apasionados, violentos. Alma, que se sentía cada vez con más energía, empezó a tomar el rol dominante en la actuación. Su acompañante opuso algo de resistencia al principio, pero Alma notaba como las manos de Adán se volvían cada vez más frías, su piel más seca y agrietada al tacto, su respiración más pesada. Sus pasos iban perdiendo el ritmo, comenzó a arrastrar los pies por el escenario. Pronto, se dejó llevar como si de una marioneta se tratara. Hacía ya un rato que los espectadores no aplaudían. Había escuchado algunos gritos de sorpresa y de terror, pero por suerte se apagaron en un instante. No pudo evitar sonreír, ¡estaba saliendo a la perfección! Siguió bailando mientras tarareaba, quería deleitarse con cada segundo de su victoria.
Para terminar, repitió el primer corte de la coreografía, invirtiendo los roles. La música paró y Alma se detuvo, jadeando por el esfuerzo. Apartó la venda con la mano libre para ver el resultado de su obra. Ante ella, el rostro de Adán, gris y macilento, con los ojos inyectados en sangre, irreconocible. La titiritera dejó caer el cuerpo sin vida y contempló el teatro. Estaba repleto de cadáveres demacrados, drenados hasta morir. Entre bastidores, le pareció reconocer lo que una vez fue Sergio, junto a los restos de los demás integrantes de la obra. Haber absorbido todas esas almas… se sentía pletórica, la familia ya no tendría problemas de escasez durante un tiempo. E incluso más importante, el número de víctimas no parecía afectar a sus habilidades… ¿y si no tenían límite? Empezó a fantasear con las posibilidades. No pudo evitar mostrar la sonrisa más amplia de su vida».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Álex Castillo os lo agradeceremos.