Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Un viaje íntimo y convulso de un escritor en ciernes atormentado que huye de su propia vida buscando con desesperación algo a lo que aferrarse y que le mantenga en pie un día más.
Asistiremos a sus idas y venidas, a sus amores y desdichas, al dolor y sufrimiento de su propia existencia, cuyo objetivo es encontrar un refugio en el que encajar por fin o descansar para siempre.
Acontecimientos que se adormecen en las noticias, son sacados en el texto con ironía, tratando de dar respuesta, sin sutilezas; a los problemas a los que nos enfrentamos, con la velocidad del mundo que nos rodea.
Una pausa en una montaña rusa, con giros inesperados, frenazos, salidas de tono, silencios tan llenos de gritos en la cabeza que aceleran el corazón, sin dar tregua, en un escenario no tan distópico como se describe.
Tratar de criticar la vida actual desde la filosofía, me parece esencial. La retorica ha hecho más daño que el smartphone. Tratar de entender el fracaso de luchar en vano y ahorrarse muchos dolores de cabeza. Tratar de llevar ciertos matices filosóficos a una novela moderna es tan difícil como no hablar de fútbol con los colegas. Esa lucha constante, esa dicotomía entre lo correcto, la regla y avanzar para el bien de todos; es lo que trato de exponer en casi todos mis escritos; desde el poema de amor enfrentado al placer carnal, al consumismo como modus vivendi. Son cosas que me ocupan desde hace casi 30 años. Tienes mi blog para comprobarlo elprimobici.wordpress, un catálogo de contradicciones, de modos de vida, de batacazos y resurrecciones. Relatar mis equivocaciones y mis alegrías, ocupa mi vida.
«Decir que la primera novela es el comienzo de una trilogía ya escrita es muy osado y “mentira”, pero a la vez es un sincero punto de partida. Los hechos que aquí se relatan, son una pincelada de una crítica global. Una sesgada respuesta a problemas tan actuales como distópicos (esperemos). El reflejo de ciertos síntomas de una sociedad enferma. La respuesta que un solitario escritor propone a asuntos puntuales, actuales, contemporáneos. La acción como tesis sistemática, como una salida a los problemas. Acción que recula, que peca y duda, y se contradice y fustiga, y se recompone y recae. y se rehabilita… Una lectura que describe problemas tan cotidianos e íntimos como el amor, tan globales como la huida, tan místicos como la resurrección».
«La ducha sólo sirvió para limpiar su cuerpo manchado por la insuficiente satisfacción de haberse masturbado la noche anterior, pensando en una muerta. Sólo le quedaba recoger el libro que estaba leyendo y su cuaderno de poesías. A las siete estaba arrancando su coche, helado por la fría noche. No había prisa, sabía que en lo que se fumaba un cigarro, el aire acondicionado haría desaparecer el hielo acumulado en la luna delantera casi por completo. Abría su libro y leía con la luz interior encendida.
Cuanto más difícilmente se libera un hombre, tanto más logra conmover nuestro sentimiento humano.
CONRAD FERDINAND MEYER
Él era de los difíciles, no le cabía ninguna duda, pero aún estaba lejos de conmover a alguien, y menos de estar liberado. Sus actos le pesaban demasiado y su situación real estaba muy alejada de parecerse a la de aquellos escritores que admiraba día tras día.
Aparcado ya en el aparcamiento de la residencia, esperaba a ver pasar a las señoras de la limpieza. Hasta entonces no le dejaban pasar a ver su padre. A pesar de saberlo, él iba siempre con tiempo y leía sentado en el asiento del coche, fumando con la ventanilla derecha de atrás abierta tres dedos, cuatro a lo sumo, sino era insoportable la humareda. Una vez que bajaba, siempre era la misma historia, su padre sonriente, le saludaba de pie, enfrente de la mesa que daba a la ventana más grande del comedor, con medio paquete de galletas. No articulaba palabra, pero siempre sonreía, Stefan le correspondía».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Ángel García Riol os lo agradeceremos.