Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Eloísa y Froilán son dos hermanos intrépidos, soñadores, inteligentes, sociales y tremendamente divertidos, que escapan de su mundo adolescente aburrido y monótono sumergiéndose en misterios policíacos sin resolver. La novela histórica adquiere un cariz novedoso cuando sus protagonistas no son el típico detective y su ayudante, vestidos con capa y sombrero, sino dos adolescentes del siglo XXI, dos millennials de videojuegos y redes sociales, que tienen sus propios problemas de autoestima y que buscan, como cualquier otra persona de su edad, un reconocimiento de su sociedad más inmediata.
El misterio que resolverán paso a paso no será un crimen cualquiera, sus indagaciones darán paso al descubrimiento de un episodio de la historia española y sus protagonistas, muchas veces olvidados, volverán a la vida con el renovado espíritu de los ojos de dos jóvenes inquietos y deseosos de aventura y acción.
La descripción de un autor es siempre complicada y si, además, la biografía es de una persona prolífica e incansable, la tarea se vuelve casi imposible.
Jesús Ayala Ayerbes es un desenfadado profesor de Geografía e Historia, licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, que ha dedicado su vida a la formación propia y ajena en diversos campos de las Ciencias Sociales y en todos los niveles educativos, desde la enseñanza primaria y secundaria hasta la educación universitaria, compaginando su pasión con la escritura de novela histórica. Curioso empedernido, comenzó su andadura investigadora recabando información de ilustres españoles para después plasmar sus averiguaciones en unas novelas cuya lectura amena y sencilla trasladan al lector desde el siglo XXI hasta momentos pretéritos sin poder levantar la vista ni un instante de sus páginas.
«Sí, estimado lector, la novela histórica es el género que está de moda. Miles de autores publican cada año miles de ellas centrándose en distintos periodos y protagonistas de la Historia. Lo que tienes ante ti no es una más. Entre tus manos, mientras ojeas sus primeras páginas con la delicadeza de quien toca el cielo por primera vez, tienes la novela que cambiará para siempre tu visión del género. Sus protagonistas no son aquellos aburridos adultos sabelotodo ni los propios personajes históricos, sino dos adolescentes del siglo XXI con las mismas preocupaciones que tú y yo, rodeados de familiares y amigos de todas las edades que les aportan información y sentimientos enfrentados. Su historia, amigo lector, no es un relato de tiempos anteriores, sino un redescubrimiento de aquellos desde el punto de vista presente, con todas sus contradicciones y con sus dificultades. A través de Eloísa y Froilán te divertirás leyendo y descubrirás la herencia cultural que el pasado ha dejado en el presente y que, en cierto modo, no habías sido capaz de contemplar todavía».
«Resultaba imposible no percibir en el ambiente el fuerte olor a excrementos de perro. La tarde dejaba ver su rosado color en la atmósfera justo donde el horizonte se unía con las lejanas nubes que amenazaban tormenta. En la lejanía el rosa pálido se convertía en una abigarrada mezcla de verdes, violetas y granates, como si de un cuadro de El Greco se tratase. No se percibía ningún atisbo de lluvia: ni viento ni humedad, pero, sin embargo, no cabía ninguna duda de que la presión atmosférica era anormalmente baja. La luz tupida, difuminada por las nubes y por la inclinación vespertina del sol, provocaba un guiño de ojos y un ceño fruncido casi permanente cuyo resultado era un dolor de cabeza insoportable. Eloísa sacó de su bolso una pastilla y la colocó bajo su lengua. A continuación, tomó su nueva botella de viaje, recién comprada en una de las tiendas más de moda del momento y bebió hasta conseguir tragarla. No era muy amiga de medicinas y tampoco tenía una especial facilidad para tomarlas, pero en su cabeza parecían estar bailando salsa y era incapaz de resistir un minuto más aquella tortura.
La estación de ferrocarril de Móstoles era mucho más pequeña de lo que cabría esperar para un municipio tan grande –se dijeron ambos– o quizá la enorme cantidad de viajeros y acompañantes hacía que la sensación de agobio inundase sus mentes mientras se arrepentían de haber parado en aquella ciudad en lugar de haber continuado su camino hacia Madrid. Froilán parecía jugar con las moscas que revoloteaban a su alrededor en un intento por fulminarlas a todas a la vez. Eloísa seguía una estrategia mucho más madura, acorde sin duda a su edad y a su intelecto: rociarse de un espray antimosquitos».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Jesús Ayala Ayerbes os lo agradeceremos.
