El Lobo ya no es el que era, está cansado de golpes y sangre. Su único anhelo es marcharse. largarse de una vez, bien lejos. Al norte, donde haya nieve, paz, silencio, antes de que la fisura de su estómago lo devore, de que a los tipos trajeados de La Cabaña les dé por cazarlo, de que el bosque lo reclame. Camina. Invierno es un thriller noir con toques underground, tejido con una lírica conmovedora. «Es como si Murakami, Chuck Palahniuk y Neil Gaiman hubieran montado su propio club de la lucha para escribir esta novela».
Cristian B. Reche es licenciado en Comunicación Audiovisual por la UMH de Elche, pero su verdadera pasión son el cine y la Historia del Arte. Vive en la montaña desde donde se gana la vida diseñando campañas de Marketing Social para potenciar proyectos de entidades sociales que mejoren la vida de los más desfavorecidos. Y, por supuesto, escribiendo novelas. Su novela La Balada del Infinito (2018) ha sido presentada en toda España y publicada también en México. La forma de narrar de Cristian es única. Sencilla pero profunda y contundente, con frases cortas, punzantes y audaces, que recogen todos los elementos necesarios para crear una obra ecléctica, reflexiva y altamente adictiva.
«Camina, Invierno es una historia que se lee con suma facilidad, pues está escrita con una sencillez y una contundencia que atrapa y que obliga a devorar página tras páginas. Con unas pocas pinceladas, Cristian logra poner en situación a los personajes y ponerlos a girar en un mundo perfectamente visible, como si en lugar de una novela estuviéramos viendo una película. Sin apenas darte cuenta, en tu mente verás el plano, la iluminación y la interpretación de unos actores que sienten, aman y sufren de verdad. A medio camino entre la novela negra y el thriller fantástico, Camina, Invierno es una obra intimista pero adictiva, que reformula el género alejándose de los clichés pero ofreciendo una fórmula efectiva. Imagina que pudieras meter en una coctelera las novelas de Murakami, Juan Gómez- Jurado, Chuck Palahniuk y Neil Gaiman. El resultado sería Camina, Invierno de Cristian B. Reche Lillo. Directa y contundente como un puñetazo de letras impresas».
«Caminan sobre los adoquines. Aspiran el ambiente frío del invierno. Sus pasos son lentos. No hay prisa por salir de la cara oculta de la ciudad. Al otro lado no hay nada, o demasiado, según se mire. Ruido. Velocidad. Anonimato.
Ahora son sólo dos sombras cogidas de la mano, que ríen, que inician un ritual tan añejo como el soplo del viento. Las farolas les vuelcan su luz amarilla sobre los hombros. Alumbran gestos, miradas, roces. El Lobo quiere aullar tan alto que la luna se estremezca.
—Estamos cerca.— Dice ella.
—¿Estás segura de esto?
Nieves enarca una ceja de esa forma tan suya, como si la ironía fuera un color con el que pintarlo todo.
—¿Tienes alguna enfermedad venérea?— Pregunta.
—No.
—¿Hongos? ¿Infecciones?
—Mmmm… No.
—¿Eres un asesino en serie? De esos de las películas. Primero violas y luego matas, o al revés.
—Sí. Eso es. Me has pillado.
Ella ríe y él se alegra de poder arrancarle algunas sonrisas.
—A ver… —La chica se aparta un mechón de la cara. —A mí me apetece, a ti te apetece. ¿Cuál es el problema?
—Ninguno. Es sólo que he perdido un poco la práctica con esto de… —carraspea— ligar.
—¿Ligar? – Ella sigue riéndose.— ¿Qué tienes? ¿Quince años?
Teo piensa en las otras veces. Todas tan diferentes. Portales, asientos traseros. Como un perro, follando por follar, apaciguando la ira encendida tras dos o tres asaltos de cocaína. En realidad, nunca ha tenido que flirtear. No le ha hecho falta. Cuando ha necesitado liberar esperma ha acudido siempre al mismo tipo de persona. Gente como él. Sombras afincadas entre las tramoyas, restos de algo. A veces, incluso con dinero de por medio. Aunque de eso hace tiempo. Lleva mucho sin gastar un duro, ni en putas ni en nada. Ahora se dedica a almacenar, como las hormiguitas, para largarse de esta roca llena de luces artificiales. Lejos, donde haga frío, donde haya nieve, una dimensión estática, y fuego crepitando en la chimenea».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Reche Lillo os lo agradeceremos.