Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
¿Quién le iba a decir al capitán Dorian Driller de la Patrulla Ciudadana de Puerto Capital, que el caso de los misteriosos ataques de locura entre jóvenes que le acababan de ordenar que investigara, no era más que el último eco de una historia de amor y odio iniciada en una ciudad lejana, durante «el verano del amor»? O al teniente Laszlo Brewer, que su querido «club de caballeros» podía ser un potencial instrumento de venganza, que tendría que recorrer parte del continente de universidad en universidad, y que se vería las caras con seres que ni siquiera sabía que existían. Desde luego, el resto de su particular compañía, no. Humanos, elfos, enanos y hasta sirenas, hidras y banshees tienen su papel en esta novela con gotas policíacas, un toque de comedia, y sobretodo ritmo, mucho ritmo.
Empecé a escribir de muy joven, cuando pensé que debía ser muy fácil emular a los autores que idolatraba (Gianni Rodari, Richmal Crompton, Michael Ende…) Craso error, escribir no es nada fácil. Sin embargo, a base de leer y formarme, conseguí ganar mi primer accésit cuando estudiaba secundaria, y el segundo en la universidad. Después de eso me lancé a por mi primera novela, que publiqué el año pasado.
En los últimos años, he sido participe de tres antologías con finalidad benéfica; la «2020 Y que no nos coja confinados», «Recuerdos de tinta», y recientemente, la «Antología Monería. Psicofonías es mi primera aventura dentro del mundo de la novela de fantasía, un género que siempre me ha atraído, como lector y como autor; aunque eso sí, aderezada con toques de comedia, y un poco de romance. Y música, mucha música también.
«Querido lector, se supone que debo convencerte para que compres este libro, y lo leas. Sin embargo, voy a romper el guion establecido. Quiero que lo leas por ti mismo, y que lo hagas tuyo; algo diferente a una simple transacción. Y sé que lo harás porque está escrito para ti. ¿Te gusta la fantasía? Hay personajes míticos que ni esperas. ¿Te gusta el humor? sacarás más de una sonrisa. ¿Te gustan las investigaciones policiales? podrás ponerte en la piel de un detective, medio enano, por añadidura. Incluso si te gustan los inventos raros, y con engranajes por todas partes, no podrás evitar enamorarte de la Megapam. Y si te gusta la música… entonces, amigo, este libro es para ti.
Así que toca sus páginas, posa tu vista en ellas, vive esta historia y disfrútala. Porque te la has ganado».
«Nada más llegar el capitán entendió el motivo por el cual Bellboy le pidió que trajera algo de quincallería: a más de un rey enano le harían chispas los ojos al ver tanta acumulación de metal en tan poco espacio. De hecho, había reconocido algunos de sus congéneres, aunque a duras penas. La última vez que estuvieron en la recepción de Tía Argenta no llevaban tanto cuero. Y si Jackson Digger llevaba un diente de oro, no lo recordaba. Y, de esto estaba seguro, ninguno de ellos había llevado nunca una camiseta de «Enemigo Enano»; así que se estaba abriendo un mundo nuevo para Driller. Un mundo al que le estaba costando acostumbrarse, especialmente porque la última vez que había llevado aquella cadena de oro fue en su consagración como enano adulto , y porque además la visión de Bellboy con un cuarto de kilo de oro repartido entre sus dedos no era tampoco agradable de ver.
—¿Está usted seguro de esto, cabo?
—Completamente. Desde luego le aseguro que, si toca la guitarra, no lo va a encontrar en salas de música. Pero usted manda, claro.
—Confío en su criterio. Ahora explíqueme cómo funciona la «trifulca de gansos» esa.
—«Pelea de gallos». Es fácil, se reúnen unos cuántos poetas, bardos y trovadores, y se retan entre sí a ver quién es más ingenioso de todos. Hasta que sólo queda uno.
—Los otros músicos dejaron de ir a los locales a tocar, ¿qué le hace pensar que el Morus-Alba este vendrá?
—Cuando un músico va a un local a tocar lo hace por dinero, si, pero mayormente por fama. Pero en una «pelea de gallos» se maneja un buen botín. No hay más que ver cuánto le gusta el dorado a esta gente.
—¿Cómo sabe estas cosas? Normalmente el informado es Brewer…
—Bueno, he estado leyendo un poco sobre los «clubes de caballeros» y sus costumbres desde que el teniente se marchó. Pensé que podría ser útil.
El plan inicial del capitán ?Entrar, localizar al individuo, detenerlo discretamente y largarse ?se truncó nada más entrar. Desde luego no recordaba haber visto el local de Myrtus tan lleno, ni tan brillante; incluso les costó llegar a la barra a pedirse una jarra —y un zumo de piña para Bellboy—. Así que no quedaba otra que esperar a que acabara todo aquello, y mientras quizá pudiera reconocer al sospechoso. Resultó ser mucho más emocionante de lo que había pensado en principio; a una señal del dueño, como por arte de magia, cada uno de los presentes se agrupó con los de su raza; se abrió un hueco en el centro de la sala y tres trolls gigantescos ubicados en el escenario empezaron a tocar rítmicamente unos bombos enormes».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Francesc Palanca i Mañez os lo agradeceremos.
