Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Cuando Samuel sufre un terrible accidente en su empresa que le deja en coma, descubre lo que se encuentra en el más allá, que resulta ser otra empresa, una que se encarga de gestionar las almas de los difuntos y reencarnarlas cuya jefa es La Muerte.
En Muerton S.L. todos los trabajadores están muertos y trabajan allí por 2 razones distintas: o bien para conseguir una segunda oportunidad en vida o bien para ocupar el puesto de Muerte.
Habiendo sido en vida un hombre de clase baja explotado en su trabajo, Samuel trabajará allí para ganarse una segunda oportunidad en vida y poder regresar a su cuerpo en una aventura donde él será clave para la prosperidad de la extraña empresa, descubriendo el terrible secreto que esta esconde.
Mi nombre es Rodrigo García Villarrubia, nací en la ciudad de Toledo en 2002 y en estos 21 años no he dejado de trabajar en mi faceta de escritor. Vengo de una familia de clase media con los típicos problemas que eso conlleva y escribir se volvió una válvula de escape para tiempos difíciles como la pandemia del COVID-19. Una época en la que sentía tantas emociones al mismo tiempo que, simplemente, necesitaba plasmarlas en algún sitio. Actualmente vivo en Madrid y estudio Criminología y Trabajo Social. Dos carreras que me han inspirado a escribir denuncia social.
Todos esos factores me llevaron a escribir Muerton S. L., mi primera obra. Soy escritor primerizo, pero llevo contando historias desde que era pequeño, escribiendo microrrelatos y novelas cortas, solo que ahora he decidido probar suerte enseñándoselas al resto del mundo.
«En este libro podrás descubrir junto a Samuel, nuestro noble protagonista, los entresijos del mundo de los muertos y una versión del más allá que nadie te había contado antes.
Mi obra es un ejemplo de que en la sencillez puede haber gran profundidad. Que no es necesario usar palabras complicadas para transmitir sensaciones. Encontrarás drama y comedia a partes iguales en una historia en la que cada personaje ha sido maltratado por la vida de una forma distinta.
Muerton S.L. es una obra que, desde la ficción, representa la injusta realidad capitalista en la que vivimos, una de la que parece imposible escapar. En este caso, una que te persigue incluso después de su muerte. Una frase que define lo que trata de transmitir esta obra es “Vivir para trabajar y morir para seguir trabajando”».
«Pensó en que todo eso podría ser una estrategia para que no se tramitaran quejas, al hacerlo tan complicado nadie querría poner en marcha el procedimiento. Casi arrastrándose por el suelo logró subir a la planta 42, sudoroso, cansado y frustrado. Cuando llegó empezó a sollozar, no solo por la frustración de no conseguir tramitar su reclamación, sino por la posibilidad de nunca volver a ver a su familia si no lo lograba.
Además, el escenario de su mujer y su hija viviendo solo con un solo sueldo (y bajo) le rompía el corazón. Tenía que volver a su cuerpo y tenía que hacerlo rápido. No iba a dejar que le vacilasen ni un minuto más, iba a asegurarse de que en esta oficina tramitasen su queja. Antes de entrar decidió que adoptaría un papel: sería un hombre muy enfadado que consigue lo que quiere avasallando. No podría ser un papel más contrario a la personalidad de Samuel, pero él creía que lo haría bien.
Le recibió allí un tipo con seis agujeros de bala en su torso. Tenía rasgos asiáticos y debía tener unos 30 años. Tenía la cabeza apoyada en su brazo mientras jugueteaba aburrido con un bolígrafo. Cuando vio aparecer a Samuel se incorporó rápidamente y puso una sonrisa forzada.
—¿En qué puedo ayudarle? —preguntó el hombre.
—Quiero poner una reclamación —respondió Samuel sacando pecho y poniendo ambas manos en la mesa del hombre, dispuesto a conseguir lo que quería.
El hombre no parecía en absoluto intimidado por Samuel, más bien le estaba volviendo la expresión de aburrimiento. Samuel pensó que estar muerto te hace inmune a la mayoría de las amenazas.
—Muy bien, pues rellene este papel y llévelo al Centro de Reclamaciones Mortales —contestó el hombre sin perder la expresión de aburrimiento».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Rodrigo García Villarrubia os lo agradeceremos.