Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Los sueños que parecen pesadillas cada vez son más reales y es que el pasado de Alma lleva atormentándola durante más años de los que ella recuerda. Este la persigue en sus sueños e incluso en su viaje de fin de curso a Lisboa. Allí descubre que todo aquello que la rodea no es verdad y, junto a Raúl y Axel, desenterrará todos sus miedos y la realidad de nuestro mundo. El simple recuerdo de Evadne le ayudará a continuar su viaje, en el que se descubrirá a ella misma, pero, ¿le merecerá la pena arriesgarse o será su sed de venganza más fuerte que su instinto de supervivencia?
Elsa Morales nació en Valencia en 2005. Actualmente se encuentra realizando estudios de bachillerato artístico. Desarrolla su actividad literaria desde los 12 años, habiendo recibido premios en diversos concursos literarios locales, tanto en el ámbito de la poesía como en el de la narrativa. Se inició en el mundo del teatro en la Escuela de Teatro de Mislata, en la que protagonizó diversas obras. Actualmente, forma parte de la Escuela del Actor de Valencia, en la que participa en diversas representaciones teatrales.
«Los ocho dioses y el valle del silencio, es una novela para personas jóvenes, escrita desde la perspectiva de otra persona joven. La protagonista viene de una familia humilde, humildad que esta nunca pierde, ni tampoco los valores que aprendió de pequeña. La escritora busca en esta novela mostrar cómo en la realidad en la que vivimos, tanto los Dioses como nosotros, se parte con diferentes oportunidades y cómo utilizas tus privilegios puede determinar la balanza hacia un lado o el otro. En esta novela se busca romper con los estereotipos impuestos por la sociedad y conectar con las mitologías y religiones antiguas».
«La mansión de las alfombras era mucho más grande de lo que cualquiera de los Dioses hubiese imaginado. Se encontraba a una media hora del puerto de Ålesund, caminando por la costa, mirando hacia el este. Al llegar, vieron la mansión, completamente blanca, con varias columnas en la entrada, como si fuese un panteón romano. No había ningún tipo de valla que cubriera esa mansión y, parecía que no la necesitaba. Nadie parecía salir de sus viviendas en Ålesund, solamente para lo estrictamente necesario. Lara se acercó a la puerta de la mansión, con el resto de los Dioses detrás y, con un aro dorado que tenía la puerta, tocó tres veces. Esta se abrió.
La mansión en su interior estaba cubierta por alfombras de tal manera que toda la estancia parecía el salón. Al fondo de esta había unas escaleras paralelas, que subían hasta el mismo punto, donde se encontraba la mujer de las alfombras, fumando un cigarro largo, echando el humo por encima de su cabeza, ahumando las alfombras a su alrededor, pero no olía a tabaco, sino más bien a fresas silvestres. Al ver a Lara, bajó las escaleras, a un ritmo lento, dejando ver su belleza en cada paso que daba.
Llevaba un vestido largo blanco de seda, rasgado por los lados, dejando los costados de su cuerpo descubiertos, al igual que sus largas piernas. El vestido cubría toda su figura sorprendentemente, pues era muy alta, midiendo casi dos metros de alto y, su pelo tres más, pues este, blanco como la nieve, resbalaba por las escaleras tras de ella, creando una capa detrás de su vestido que parecía formar parte de su atuendo. Tenía un rostro prácticamente demoníaco, con los ojos completamente negros, sin ningún ápice de color, o de blanco en estos y, con partes de su piel cubiertas de escamas negras brillantes. También llevaba una corona negra, llena de piedras preciosas, con una blanca en medio de esta.
—Reina. —Dijo cuando ya estaba delante de los Dioses y se inclinó ante Lara, que medía casimedio metro menos que ella. —Veo que los ocho Dioses precisan de mi ayuda.
—Mañana partiremos para tomar de nuevo nuestro reino y devolverlo a quienes les fuerobado. —Dijo Lara, con seguridad en sus palabras.
Su Majestad, sabe perfectamente que tiene el barco de hielo a su disposición. —Dijo tranquila, sentándose en una pila de alfombras. —Pero ¡cuidado! No saben cuán peligroso puede llegar a ser el mar. Irán con dos guerreros de la guardia Malefici de Ålesund, para garantizar mayor seguridad. —Dijo ella, aún calmada, después de alertar a todos con el grito cuando les advirtió del peligro. Gesticulaba mucho al hablar y el humo de su cigarro formaba figuras que se hacían y deshacían a su alrededor».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Elsa Morales os lo agradeceremos.