La novela cuenta la historia de Fuerte, un joven campesino que vive satisfecho con su existencia sencilla, hasta que el encuentro casual con una desconocida cambia para siempre su destino. Con ella vive una historia de amor comprometida y llena de entusiasmo, pero, confrontado a los oscuros pensamientos que le inculca una madre supersticiosa y sombría, Fuerte malogrará la confianza de su amada y tendrá que luchar para recuperarla. Así descubrirá que la realidad está llena de facetas y encontrará aliados que salpican las páginas de exotismo y simpatía, pero también oponentes llenos de poder.
A través de una aventura que es además un viaje interior, el protagonista descubrirá no sin sufrimiento que la sabiduría, las creencias y el amor a menudo avanzan juntos por el mismo camino. Un camino que puede llevar a la felicidad o al desastre.
Nacida en Huesca en el año 1967 de padres maestros, siente desde muy niña interés por la literatura. A los ocho años escribe su primer cuento, que inventa para su hermano pequeño, y poco después sorprende a todos la madurez de sus poemas. Le encanta leer y se nutre de la literatura juvenil de moda en la época: «Me levantaba con un libro debajo del brazo y me ponía a leer en el desayuno. Eso me evitaba tener que conversar por la mañana». En su familia abundan los pintores y dibujantes, y crece rodeada de imágenes. Quizás ello le induce a dirigir su formación hacia la Historia del Arte y entronca con su dedicación profesional a la enseñanza de la fotografía. La exigencia docente y la crianza de sus hijos la apartan durante un tiempo de la escritura, a la que retorna años después, no sin que ese mundo de imágenes deje huella en su manera de escribir.
Declara su predilección por las novelas policíacas y de fantasía y los cuentos, así como la poesía y la literatura clásica españolas, pero también la novela de recreación histórica y los ensayos. Ha publicado fotografías en prensa especializada (música y fotografía), y textos y poemas en prensa local, así como textos de ensayo relacionados con la fotografía en catálogos y revistas. Dos de sus microrrelatos han aparecido recogidos en sendas colecciones de textos (editorial Hipálage, 2008 y 2010). En 2017 vio la luz su primer libro, Querido San José, publicado por la editorial Pirineo.
«En la mejor tradición clásica de la literatura de fantasía, Lex feerica nos abre las puertas de un mundo lejano que podría estar pegado al nuestro y nos presenta personajes creíbles, divertidos y profundamente humanos. En esta novela emprenderemos un viaje codo con codo con el protagonista, y con él aprenderemos el valor de la amistad, la sabiduría, el tesón, el ingenio y la tolerancia. Humor, belleza y terribilità, Lex feerica es un largo cuento o una novela ágil trazada con brillantez y acierto para contar una historia de supersticiones y mentiras, errores, castigos, perdón, alegría y amor».
«—Escucha esa música: parece que no venga de ningún sitio en particular.
Fuerte levantó la cabeza sobresaltado e hizo un ligero esfuerzo para escuchar. El dulce lamento de una flauta acompañada de suaves tintineos rítmicos decía cosas en consonancia con la plácida noche. Durante un instante, olvidó todo lo demás.
—La música es una buena medicina para el alma —murmuró Ramsés, con los párpados caídos. Una beatífica sonrisa se extendía por su rostro y movía pausadamente la cabeza, siguiendo el ritmo. Por un momento pareció uno de esos ancianos que no comprenden la realidad de las cosas y se aíslan, al menor estímulo, de todo lo que les rodea. Fuerte se entristeció. Su único apoyo relativo se doblaba como un junco bajo la tormenta.
Pero cuando Ramsés abrió los ojos de nuevo, una chispa de inteligencia que venía de su interior ilustró la claridad de una mente ágil y despierta, una cabeza que conocía más que muchas otras juntas. Bebió un sorbo de vino con su típica mesura y luego dijo:
—Bien, Fuerte, ya has logrado lo que viniste a buscar. Debes pasar la página, y yo desconozco el siguiente capítulo de la historia.
—No existe siguiente capítulo: todo está por hacer.
—Entonces debes hacerlo cuanto antes. Tan necesaria como la paciencia es la diligencia, e igual de útil. ¿Qué harás? ¿Volverás a tu tierra en la próxima caravana?».
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