Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
El fallecimiento de una tía permite a Jorge rememorar una historia familiar sucedida cuando él solo era un niño. La muerte del tío Simón, y el reparto de su herencia, levantaron suspicacias entre los familiares, sin que se llegase a encontrar nada que permitiese confirmar sus sospechas. La historia pasó entonces a ser una leyenda de la que se hablaba en reuniones familiares y de la que Jorge guarda una serie de retazos de conversaciones escuchadas cuando era un niño junto al recuerdo de una visita a la casa de su tío que le marcó para siempre.
La casualidad permite a Jorge poder investigar lo sucedido con la ayuda de Joaquín, que trabajaba de conserje en la finca en la que vivió su tío hasta su muerte. Juntos irán desvelando los muchos secretos que la historia del legado del tío Simón esconde.
Juan Miguel Antoranz del Val, nacido en Madrid el 17 de julio de 1963, Profesor de Violín, Diplomado en Magisterio y Licenciado en Historia y Ciencias de la Música, es funcionario docente en la Escuela Pública desde 2003 y en la actualidad director del CEIP Felipe II de Madrid.
Además del violín, toca distintos instrumentos como la gaita, la mandolina, la zanfona, la flauta, etc. y ha pertenecido a distintas orquestas, coros y grupos de música pop y folk, siendo fundador del grupo Rastakeltia con el que grabó el disco Suite Celta en 2017.
Tras años escribiendo relatos, canciones, poesía y teatro, especialmente para sus alumnos, en 2014 comienza a escribir novelas de temática policíaca.
En 2016 publica la primera: Me llamo Inés: el olor del crimen, en 2019 publica Muerte en otoño: buscando a Mara y en 2020 sale a la luz Sola y cansada: nada es lo que parece.
«Una leyenda familiar, una relación prohibida, una muerte, una enfermera sospechosa, un médico, un cura borracho, un matrimonio in artículo mortis, una herencia, una pianista… Los ojos del niño solo recuerdan la visita a la casa del tío enfermo y a un ángel sentado ante un piano cuyos dedos ágiles, apenas rozando las teclas, logran extraer sonidos maravillosos, melodías increíbles que le hacen desear convertirse en pianista.
Durante años, en la niñez y la adolescencia, Jorge ha escuchado la historia de la muerte del tío Simón como algo envuelto en un halo de misterio.
Cuando todos sus familiares han muerto, la casualidad le brinda la posibilidad de descubrir la verdad y se lanza a investigar con la ayuda de Joaquín, conserje de la vivienda en la que vivió su tío.
Por el camino su vida cambiará para siempre».
«Algo menos de tres años después de despedir a Joaquín, el que había sido su compañero durante cerca de dos décadas, también nos dejó Virginia.
En multitud de ocasiones, durante esos casi mil días que separaron la muerte de ambos, debatí conmigo mismo sobre la necesidad, o no, de revelarle a ella lo que él me había confesado, tan solo unos días antes de su partida cuando estaba ingresado en una unidad de cuidados paliativos, sin llegar a ninguna conclusión. Simplemente dejé pasar el tiempo pensando en que quizás ella también estaría al tanto de aquello...
Que Virginia tampoco me lo contase a mí no quería decir que no lo supiese. Podía haberlo sospechado o podría haberlo sabido por boca de su compañero.
Por otro lado, si finalmente él no quiso hacer a su mujer partícipe de su secreto yo no era quién para contravenir su voluntad.
La muerte de mi amiga, que después de tantos años, era como parte de mi familia, trajo a mi memoria aquella otra, ocurrida veintitrés años atrás, gracias a la cual mi vida dio en poco tiempo un giro de ciento ochenta grados».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Juan Miguel Antoranz del Val os lo agradeceremos.