La chica de los grilletes es una novela de temática social y actual. La trama principal se centra en la desaparición de una joven futbolista. La aparente vida idílica de la deportista, a punto de fichar para un club importante, se viene abajo tras coquetear con el mundo de las apuestas. La joven se convierte en la principal sospechosa de asesinato de un hombre con quien acabó en negocios turbios. Una grabación recoge la agresión y es la principal prueba en su contra. Edurne, la protagonista, es una arqueóloga del museo de Bilbao, que ya ha ayudado en más de un caso policial. De ahí, la petición de ayuda de una detective privada, después de recibir una pista que parece importante. Aunque al principio se resiste, al final se lanza sin titubear, cuando la futbolista es acusada de asesinato y ambas mujeres temen lo peor. Puede estar en grave peligro o incluso muerta.
Mientras la policía lanza una orden de búsqueda y captura como la principal sospechosa del asesinato de un delincuente, las otras dos mujeres se afanan en dar con su paradero. Lo importante es encontrarla con vida y en buen estado. Después ya se aclararán los pormenores, en los que también ellas trabajan.
Elena Fernández Alonso, nacida en Barakaldo, Bizkaia. Diplomada en profesorado de E.G.B, y un Grado de Lengua y Literatura en curso. Lectora de todo tipo de literatura y escritora aficionada, con algunos premios y reconocimientos. Colaboradora ocasional de la revista digital Moonmagazine, que habla sobre todo tipo de literatura, pero también música y cine. Participación en la radio pública del principado de Asturias en el programa «De buena tarde» para hablar sobre la poeta Ángela Figuera. Participación en los encuentros sobre género negro en Bruma Negra en dos ocasiones, año 2017 y 2019.
«La chica de los grilletes es una novela que no te dejará indiferente. La lucha de la protagonista nos introducirá en un conflicto interno que nos pondrá a prueba frente a los problemas que llevan a la deriva a una joven futbolista. La acusación de asesinato de esa joven deportista con una carrera prometedora nos llevará a la reflexión de cómo una decisión cambia nuestra vida de repente. La historia te atrapará por la intrepidez de dos mujeres que se unen contra una opinión adversa».
«Ane atravesó el puente de Cantalojas sin detenerse. Una vez en el otro extremo aminoró el paso. El estudio de arquitectura, uno de esos locales modernos, le sirvió de espejo. El reflejo del cristal le mostró a una joven lunática, al menos así se sentía. Si bien nadie más llenaba ese cuadro intuía el peligro a sus espaldas. Apenas le quedaban fuerzas, a causa del pánico y el malestar corporal. Estaba a punto de desmayarse; de ahí la urgencia por salir de la cacería antes de que fuera tarde.
Atajó por Bruno Mauricio hasta la calle Cortes en un intento de despistar a su perseguidor. Corría pendiente de cada ruido a sus espaldas, mientras el mareo y las náuseas iban en aumento. La estrechez de la vía se cernía sobre ella como si fuera a imbuirla en su interior. De hecho, veía una amenaza en cada rótulo de los comercios hacinados en paralelo a su recorrido. El ruido de los pasos tras de sí marcaban la banda sonora de una película de terror, una impresión agudizada por la estampa de una calle solitaria. Solo distinguió la silueta lejana de algún cliente, antes de perderse tras la puerta de un local. El peligro la acechaba. Temió lo peor porque cada vez se sentía más torpe, incapaz de reaccionar. Si bien al principio lo achacó al miedo o a la anestesia de la muela, después comprendió que algo iba mal. Por un momento, la imagen de su cuerpo inerte tendido en un páramo cobró auge. A punto de perder el equilibrio se agarró a una farola. Había tenido reflejos reflejos para detenerse antes de caer al suelo.
—¡Ya te tengo! — gritó él con voz de triunfo.
El zarpazo sobre su brazo la asustó y la dejó inmóvil. El agresor apretó su garganta hasta dejarla casi sin respiración. Mientras, le previno de que no gritara. Jamás lo hubiera logrado en esa posición porque los dedos alrededor del cuello se lo impedían».