Benedicto Santibáñez, un peculiar sacerdote exorcista, criptólogo y blogger, descendiente de un templario castellano, es llamado al Vaticano para ocuparse de un caso sin precedentes. Durante el transcurso de un exorcismo, una joven poseída ha comenzado a revelar detalles sobre una serie de inminentes atentados terroristas en los que pueden verse implicados buena parte de los amos del mundo. Desde un ataque de islamistas radicales que podría suponer una nueva «cruzada», esta vez en internet, hasta los maquiavélicos planes de una misteriosa organización ultraconservadora norteamericana que pretende provocar nuevos enfrentamientos con el Islam. Escenarios posibles y situaciones probables que muy pronto pueden ser realidad en el entorno de la llamada «ciberguerra». Una periodista de turbio pasado, exstripper y hacker, le ayudará en la investigación.
Una trama vertiginosa que va del 11-S al 11-M, de la crisis económica a las protestas sociales, del 15-M a la Primavera Árabe, de las redes terroristas a los lobos solitarios o del Vatileaks a la renuncia del Papa y al último cónclave que elegirá al nuevo pontífice. En la forma, una novela de misterio. En el fondo, una metáfora que invita a la reflexión sobre la corrupción política y el fanatismo religioso en nuestros días. Nunca una ficción fue tan real.
Pedro Mozas Rello (Bilbao, 1966) es licenciado en Ciencias de la Información y madrileño de adopción desde casi la mitad de su existencia. Se confiesa creativo publicitario vocacional. Ha sido redactor y director creativo en algunas de las principales agencias nacionales y multinacionales. Ha obtenido premios en los certámenes publicitarios más importantes del mundo. Es miembro del Club de Creativos de España. Actualmente es guionista y creativo freelance. Enamorado de las palabras, a lo largo de su vida ha escrito tanto a nivel personal como profesional. Después de muchos relatos, esta es su primera novela.
«La trama de Incorrupto es absolutamente original. Nunca antes en una obra de ficción se había planteado un exorcismo como la forma de descifrar las claves de un atentado terrorista. En su forma es una novela de misterio, pero en el fondo se trata de una metáfora de la corrupción política y el fanatismo religioso en nuestros días. Una auténtica radiografía de la sociedad actual que, sin duda, invita a la reflexión. La novela se lee fácilmente gracias al gran número de diálogos y a la fuerza de dos personajes antagónicos, pero complementarios que enganchan de principio a fin. Dos polos opuestos que se atraen irremediablemente».
«Al llegar, un ayudante del cardenal les acompañó a su despacho. Maurizzio Bertini, el Secretario de Estado, aguardaba impaciente. Era un hombre corpulento y de elevada estatura. Ello, unido a sus duras facciones y serio semblante, le daban un aire intimidatorio.
Bertini trató de guardar las formas y hacerle comprender que la reclusión de la muchacha se debía a algo excepcional.
—Hemos de mantenerlo dentro de la más absoluta confidencialidad. Es un secreto de Estado. ¿Comprende? Si alguien supiera que tenemos una poseída que dice lo que dice...
—¿Y qué dice?
—En los últimos días, cada vez que esta mujer hablaba, pronunciaba frases en latín.
—Bueno, eso es normal.
—Ayer, cuando ya habían salido los cuatro demonios que le nombré hace un rato, uno de nuestros exorcistas le mostró un rosario y empezó a hacerle preguntas para que esa última entidad revelara su nombre.
—¿Y...?
—Ella reaccionó de una forma mucho más violenta que hasta ahora. Como usted sabe, las reacciones de un poseído ante lo sagrado son muy variadas. Desde el miedo hasta la rabia. Del odio a la ira. En este caso, su furia se desató y comenzó a blasfemar contra el objeto religioso utilizado en el rito. Después, quedó inconsciente. Cuando volvió en sí, no recordaba nada. Su amnesia era total y absoluta.
—Pero su personalidad cambió por completo.
—En efecto. ¿Cómo lo sabe?
—Lo he presenciado en muchos exorcismos. Cuando un poseído entra en un episodio agudo de ira, normalmente queda inconsciente. Al volver en sí, no recuerda nada y sin embargo padece un cambio de personalidad que suele tener un carácter maligno.
—Exacto, así sucedió. Y entonces volvió a hablar. Pero esta vez lo hizo en una lengua antigua, una de las llamadas lenguas semíticas.
—¿Arameo?
—Parece ser un dialecto. Llamamos a uno de nuestros expertos en este tipo de lenguas y lo que nos tradujo, nos dejó helados.
—¿Una predicción? ¿Una profecía?
—Más bien un aviso.
—¿Un aviso? ¿Se refiere a una amenaza?
—No, un aviso de ataque. ¡El anuncio de un atentado terrorista!
—¿Qué? ¿Y dijo dónde, cuándo y cómo?
—No, ese es el problema. Sólo dijo quién y por qué.
—¿De qué forma se presentó?
—Se presentó como Izrail, el Ángel de la Muerte. Aseguró que tras el atentado, en comparación, el 11-S nos iba a parecer casi un entrenamiento».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Pedro Mozas Rello os lo agradeceremos.