Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
La narración, que sigue el hilo de los pensamientos del protagonista, se desarrolla en su casa de ciudad de México, donde está realizando un intercambio universitario. A lo largo de una lluviosa tarde de noviembre, mientras fuma marihuana en su pipa, Hernán describe un sinfín de datos y relatos que buscan reflejar las particularidades de este país a los ojos de un joven español que habita allí (leyendas, historia, gastronomía...)
El relato se corta cuando un compañero de piso entra en su habitación, invitándolo a salir. La siguiente escena tiene lugar en el centro de esa ciudad años después, cuando Hernán vuelve de visita y rememora su estancia allí, reflexiona sobre lo que esa experiencia le ha aportado y acaba revelando que él es el autor del libro, que ha escrito a modo de memorias.
Sergio Rodríguez Espejel (Valladolid, 1996) es arquitecto de profesión y escritor de pasión. Desde que a los 10 años mecanografió su primer cuento, ha escrito numerosos relatos, cuentos, poemas y otros textos, entre los que destaca su primera novela «Como cada verano» (2017), que condensa en un día y una noche de agosto el ambiente de las fiestas patronales de un imaginario pueblo castellano, Villafranca del Mentidero. La mayor parte de su contenido está accesible en su blog, «Versos sin concierto ni orden».
«Si te gusta México, su cultura, su historia, su gastronomía, su gente, su música…con Hernán y sus ilustres aventuras recorrerás gran parte de este enorme país, divirtiéndote con sus amigos, el cártel de Coyoacán, acompañándolo en sus viajes por diez estados y eventos culturales tan conocidos como el día de muertos, el Cervantino de Guanajuato o las trajineras de Xochimilco.
Descubrirás curiosidades como la historia del chocolate, el origen de la canción la Cucaracha o la leyenda de la Llorona; aprenderás partes de la historia mexicana, como la revolución mexicana, el Porfiriato, la conquista, las expediciones de exploración de Cortés, Magallanes y Loaisa o la masacre de Tlatelolco.
Conocerás algunas diferencias del léxico de México y de España.
Todo ello se abre con las páginas de este libro».
«En estas cosas y en otras mil más pensaba Hernán, aún subiéndo-
se la bragueta mientras contemplaba embelesado el cielo nocturno, cuando lo llamaron desde la microneta. Era la hora de despedirse de esa visión única y entrar de nuevo en esa carcasa metálica enana que esperaba que él llegara para continuar rodando un par de horas más entre montañas y carreteras estrechas de gran pendiente y muchas curvas antes de alcanzar por fin su siguiente destino.
—Oye, wey, ¿estás ahí? —preguntó Hernán tras golpear la puerta
de Juan Pedro, el Místico.
—¿Qué es lo que quieres, wey? —le respondió una voz algo mo-
lesta—, estoy haciendo mis respiraciones, ¿es urgente?
—No, no, es sólo que… ¿cómo se llamaba el volcán? ¿Pototapétel?
—Aaay no mames, cabrón, ya sí me desconcentraste —soltó su
amigo, riendo a carcajada limpia—, ya valiste verga, carnal, deja de fumar tanta motita.
—¿Me vas a decir cómo se dice o no?
—Po—po—ca—pé—tl. Popocapétl.
—Aaaah, sabía yo que no lo estaba diciendo bien. Gracias, carnal,
ya te dejo tranquilo.
—Venga, bye.
A la mañana siguiente, con los primeros rayos del sol, llegaron a Puerto Ángel. Juan Pedro, el Místico, tenía un poco en mente el recorrido para el domingo y el lunes. Al chilango le gustaba mucho todo lo relacionado con la naturaleza y los animales, y la primera parada que tenía preparada era la playa de Estacahuite. Se trataba de un ribera muy pequeña e íntima, con apenas bañistas, en cuyas aguas cuasi transparentes se podían observar multitud de especies animales y vegetales subacuáticas, además de la arena blanca y las rocas que allí sobresalían de la superficie. Lo cierto es que en las condiciones en las que llegaron no fueron del todo capaces de apreciar esa belleza que tenían delante».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Sergio Rodríguez Espejel os lo agradeceremos.
