Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Daniel Fernández comanda un proyecto de investigación sobre los efectos del deshielo en la Antártida que le exige trasladarse a la Isla Livingston, pero recompensa el esfuerzo de toda una vida de trabajo.
Durante su estancia, la deglaciación del pico Dorotea libera una bacteria que elimina la casi totalidad de la biodiversidad local, lo cual obliga al investigador a solicitar la colaboración de su colega Alberto Quintana (reputado microbiólogo precursor de la vacuna española contra el SARS-CoV-2), sin sospechar que los cuatro días que tardaría en llegar serían letales para todos los miembros de la base… y para el resto de la humanidad.
El Cambio es una saga apocalíptica que nos muestra el modo en que la población se enfrenta a su extinción y a la transformación que exige una nueva era.
Inés Gestoso cursó Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Salamanca, aunque su vocación siempre fue ser escritora. Nacer en un entorno rural castigado por la despoblación tuvo mucho que ver al respecto. No contar con nadie con quien compartir juegos la impulsó a entretenerse con cuadernos en blanco y lápices de colores.
Con apenas nueve años comenzó a crear cuentos ilustrados. Sus escritos evolucionaron al ritmo que exigió una vida alejada de convencionalismos, hasta que en 2018 salió a la venta su primera novela, Cielos de miel y barro: Ley de vida, la primera de una saga familiar histórico costumbrista a la que seguirían tres volúmenes más: Los ecos del tiempo, En tiempos de miseria y Resignación, que llegó al público en diciembre de 2020.
«Mis novelas no pueden cambiar la realidad que se habita, pero pretenden, modestamente, hacer que el lector se evada de ella el tiempo que decida perderse entre sus páginas. No me considero una intelectual, tendría que asumir un universo de conocimiento y no tengo capacidad para tal, pero intento trasmitir la sensibilidad que se halla en las historias que llenan el día a día, hacer que el lector se ubique en el escenario y sea testigo de la trama con los cinco sentidos.
El cambio es una novela de ficción que nos enfrenta a una nueva crisis pandémica, pero de dimensiones catastróficas, llevándonos a recapacitar sobre las consecuencias del cambio climático. ¿Qué seríamos capaces de hacer cuando sabemos que se acaba el tiempo?»
«Se sentó en el asiento trasero, donde apenas pudo concentrarse en la vegetación que se intuía al otro lado del cristal. La inquietud se había instalado en sus entrañas desde aquella llamada. Tras las palabras de su amigo, reconocía que no había podido ser el mismo. Aún arrastraba las secuelas dejadas por el SARS-CoV-2, la humanidad aún no se había recuperado de aquella guerra biológica e intentaba levantar cabeza en un mundo que parecía desvanecerse por momentos. Todos habían perdido seres queridos, todos habían luchado contra el bicho de un modo u otro, con más éxito o con menos, pero eran supervivientes. El mundo no estaba preparado para otra catástrofe semejante. Aún no.
—La climatología no está poniendo las cosas fáciles —recordó decir a su colega, mientras su imagen iba y venía en la pantalla—, motivo por el que no puedo extenderme en explicaciones, no sé el tiempo que durará la conexión… pero prometo mandarte un correo en cuanto cuelgue contigo. Allí te explicaré, punto por punto, como debes proceder —le observó frotarse los ojos, masajearse las sienes y mesarse una barba atípica en él. Le notaba avejentado—. Sé que no es buen momento para ti, pero sabes que no te lo pediría si no fuese realmente importante.
Lo sabía. Daniel conocía perfectamente la situación que atravesaba su familia. Sabía que Elisa continuaba con dos sesiones quincenales de quimioterapia. Tendría un motivo realmente importante para requerirle en un momento como ese, más al mostrarse tan insistente ante sus continuas negativas.
—No conozco a muchos microbiólogos tan capacitados y diligentes —sabía que aquella era una percepción real, que no lo decía para acabar de convencerle—. Es una cuestión de Estado, amigo. Aunque me digas que no, no tardarán en ponerse en contacto contigo desde la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno.
Aquella aclaración le dejó el cuerpo frío. Su colega sabía que nada sería más importante para él que estar junto a su mujer, acompañándola al hospital en las futuras sesiones de quimioterapia. Sabía que realmente tendría que ser una razón de mucho peso lo que le obligase a volar allí. Las condiciones de la conexión le exigieron ser parco en palabras, o tal vez no se atreviese a pronunciar el motivo real por el que se le requería. Absorto en la pantalla parpadeante, la comunicación con su colega se cortó en un punto fundamental, como una serie de la Fox capaz de dejarte en vilo hasta el siguiente capítulo. —Te necesitamos… la humanidad te necesita».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Inés Gestoso os lo agradeceremos.