Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Una experiencia del alma es un relato autobiográfico que se articula en torno a un viaje a Nepal en el año 2011. Viaje revelador, aprendizaje fascinante tanto a nivel terrenal como espiritual. Apertura de caminos, de posibilidades y de comprensión profunda acerca de la existencia y de nuestra esencia. Acerca, también, de cómo ese viaje iluminó el pasado e inspiró el futuro.
Un homenaje al viaje de la vida como una aventura con todos sus matices.
Un canto de amor a Nepal: de allí surgió todo y allí volverá.
Helena Herrero (Madrid, 1963)
Estudié en el colegio Nuestra Señora Santa María y en la Complutense, Historia e Historia del Arte. Durante algunos años, mi labor profesional estuvo orientada al arte, organizando grupos culturales, y a la literatura como copropietaria de la librería Fronda en Madrid.
Hace quince años y, tras un viaje a Nepal, renové la actividad con programas y proyectos enfocados al crecimiento y bienestar personal en ambos países. Disfruto plenamente con lo que hago, con seguir explorando y aprendiendo. Me ilusiona, me divierte. Y escribir es una de mis vías de exploración y de dar forma a mi mundo. He viajado mucho y vivido en varios países a lo largo de mi vida pero, tras la primera estancia nepalí, me siento profundamente vinculada al país, a la gente, a su arte de vivir.
«Querido lector: aquí vas a encontrar fragmentos relevantes de mi vida, aquellos periodos en los que viajé de lo conocido a lo desconocido tanto de manera literal como metafórica. Momentos en los que me di cuenta de que lo importante no es lo que acontece sino cómo acontece. Circunstancias para aprender a mirar lo viejo con ojos nuevos. Y también es éste un espacio donde repasar muchas de las preguntas que me he hecho a mí misma a lo largo de los años. Por eso escribí: para escucharme. Y decidí que quería compartirlo. Parece todo muy solemne pero no es así. No hace falta ponerse serio al tratar temas importantes. Te animo a que lo descubras y disfrutes con ello tanto como yo lo he hecho escribiendo.
Escucha este canto de amor a Nepal y a la vida.»
«Termina el día en Kathmandu. La habitantes se van retirando a sus habitaciones pero a mí aún me queda por cumplir con un pequeño trámite del día, uno que me satisface mucho: salir cada noche a la azotea.. Es mi momento completamente a solas. Contemplo un fabuloso cielo estrellado, apabullantemente poblado de luminosos puntos parpadeantes. Ese cielo que, en mi infancia, me inspiraba una mezcla de vértigo y fascinación por la inmensidad de su misterio. No me inspira ya la misma emoción. O tal vez sí pero con un matiz: ahora me siento parte de ese vértigo y esa fascinación. Cada noche agradezco y me felicito a mí misma por los transitorios y diarios cortes de luz: sin ellos no hubiera podido contemplar, en el centro de una ciudad tan populosa como Kathmandu, ese milagro que tan pequeña y tan grande me hace sentir.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Helena Herrero os lo agradeceremos.