Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Para Sebas nunca existe la duda porque siempre hace lo correcto, para Guillermo nunca existe la duda porque no tiene principios.
Dos hombres, amigos contrapuestos, crecen convencidos de las bondades, la moral y las costumbres de su entorno, transitan su juventud inesperadamente juntos.
Dos mujeres les sobrevuelan. Para Guillermo, Marta es el deseo y el triunfo; para Sebas, Ainhoa es un jardín de utopías que le atrae tanto como le escuece.
Pronto, Sebas descubre que la rectitud de su entorno es en realidad vanidad y traición. Desde el desgarro, reniega de todo lo que había sido su mundo desde la niñez, enfrentando una terrible sensación de soledad y vacío.
Sólo conseguirá sanar años después, reviviendo su historia como una novela que llegará a su hija y que, casualmente, tienes entre tus manos.
Nacido en Madrid en 1981, es Licenciado en Psicología e Ingeniero Informático, dos mundos aparentemente irreconciliables, o quizá no tanto. Su juventud y sus primeros años de vida profesional los pasó en el mundo universitario como profesor e investigador. Concluyó esta etapa junto a su tesis doctoral, un estudio sobre modelos de cómputo distribuido. Desde entonces y hasta hoy ha trabajado como científico de datos en diversas empresas.
Siempre tuvo el impulso de narrar y, tras varios años estudiando en escuelas de escritura y probando fortuna con diversos proyectos, ha concluido su ópera prima: La jaula y el nido arranca su obra literaria.
«La jaula y el nido cuenta con importantes dosis de intriga, sin embargo, es, sobre todo, una novela psicológica. El tema central de la obra es universal: el silencioso moldeamiento del entorno social y del grupo y el extraordinario dolor que supone alejarse de él para reafirmarse como individuo. ¿Cómo nos afecta descubrir que hemos traicionado nuestros propios valores? ¿Cuánto tiempo podemos soportar esta situación? ¿Afecta a todas las personas de la misma forma? ¿Es posible vivir en sociedad tal y como exigen nuestros principios?
La obra es atractiva y peculiar; plantea cuestiones que no se ven a menudo en las novelas, y lo hace con audacia y honestidad. Además, está narrada con un estilo directo y eficaz.
Una obra incómoda y cruda, sobre un personaje desesperado».
«Creo que nunca llegué a conocerle. Siempre vestía una mirada lánguida, con aquel aire desentendido, sus ojos parecían haber vivido ya todos los desengaños. Nunca he podido saber qué provocó aquel gigantesco desgarro en él.
—He venido preocupada por algo más, Lucía.
—Dime.
—Mi padre, en sus últimas veinticuatro horas, hablaba entre sueños. Se marchitaba en un estado de seminconsciencia. No paraba de recordar o, quizá imaginar, quién sabe… Habló varias veces de un hombre al que mató, o una muerte que no pudo evitar, parecía sentirse responsable de la muerte de un hombre. No sé...
—Tu padre no era capaz de hacer daño a nadie.
—Eso quiero pensar, pero volvían esas imágenes y la expresión de mi madre cambiaba, se acurrucaba con él y le regalaba toda su ternura, como nunca vi antes.
Lucía me toma la mano. Divago entre la inquietud y el rechazo a verme expuesta a todo esto, justo ahora, cuando menos lo habría esperado, después de toda una vida negándome su historia.
Sigo hablando durante largos minutos mirando a la nada. Mientras, Lucía me calma con su silencio. Nos levantamos para pagar la cuenta y nos dirigimos al coche para volver a casa.
Intuyendo lo que me voy a encontrar en las páginas de mi padre, no paro de preguntarme con rabia por qué. «Nunca he dudado de que te quería. Tu padre, a pesar de su imagen formal, de alguna manera era un rebelde», intenta consolarme Lucía.
Tras salir de la estación, la ciudad ya ha empezado a rugir y nos impele a retomar la rutinaria normalidad. Lucía conduce mientras yo sigo sentada con la carpeta sobre mis rodillas. "Supongo que las contradicciones son lo que nos define" murmullo para mí misma. Abro la carpeta y aparece ante mí una nota de mi padre».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Emilio del Rosal os lo agradeceremos.