Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Un célebre futbolista ingresa en un hospital psiquiátrico sin signos aparentes de enfermedad. Su presencia desconcierta al personal y despierta sospechas en su doctora, que empieza a intuir un oscuro secreto. Un suceso inesperado lo trastoca todo y desata una cadena de acontecimientos que arrastrará a pacientes y profesionales a sus propios abismos. Los miedos, la ansiedad y las heridas del pasado emergen como fantasmas sin descanso. Nadie entiende qué ha ocurrido, pero la clave no está en el qué, sino en el porqué. Solo una persona conoce el significado oculto tras el mensaje que dejó el futbolista… y el precio que pagó por mantener el silencio.
Nací en Barcelona y trabajo como adjunta de dirección en un centro de alto rendimiento ecuestre para una atleta olímpica. Mi pasión por los caballos y el medio ambiente se refleja en esta novela, donde estos animales imponentes y sensibles aparecen como símbolo de conexión y sanación. Publicista de formación, con másteres en comunicación, finanzas y coaching, he sido emprendedora de varios negocios, me entusiasma innovar y ayudar a las personas a brillar. De pequeña escribía para calmar el torbellino de pensamientos que me habitaba. Con los años lo dejé, atrapada por el ritmo del día a día. Esta novela ha sido un regreso. Un reto lleno de emoción y sentido.
«Este libro te atrapará si alguna vez te has preguntado qué se esconde tras las máscaras que llevamos. A través de una historia intensa, llena de giros y emociones, descubrirás que la línea entre la cordura y el caos puede ser más fina de lo que creemos. Con personajes complejos, rotos y humanos, te adentrarás en un mundo donde nada es lo que parece y cada silencio esconde una verdad. Leer esta novela es asomarse al abismo de las emociones, del amor, la culpa,… y preguntarte: ¿hasta dónde llegarías por proteger un secreto? Si te gustan las tramas con alma y los personajes que dejan huella, este libro es para ti.»
«Desde la ventana del comedor, vi como su figura atlética salía del coche, llevaba horas esperando para poder verlo. No tenía ni idea de a qué hora llegaría así que desayuné a primera hora y me fui a buscar la butaca que me permitía ver su llegada. No fui al lavabo por si me lo perdía, pero tenía que ir si no quería hacerme mis necesidades encima.
Para disimular mi posición de vigía, tenía un libro en mis manos, intenté leerlo durante la espera, pero no fui capaz, leía una pagina entera, pero no conseguía calmar mis nervios para comprender lo que estaba leyendo y volvía empezar en la misma página. Finalmente, ahí estaba el coche negro. Eso solo podía significar que él había llegado. El corazón se me aceleró, intenté calmarme, miré a mi alrededor, por suerte no había nadie prestando atención. Pero allí estaba, a escasos setenta metros de mí. Todo volvía de nuevo a cobrar vida, todo volvía a hervir dentro de mí como un volcán antes de su erupción. Nadie lo sabía, pero la lava estaba a punto de quemar todo lo que a su paso tocaba. Cuando vi que me temblaban las manos mientras sujetaba el libro, lo cerré y me fui a buscar un enfermero, le comenté que tenía mucho dolor de cabeza y que no me encontraba bien. Le pedí permiso para ir a mi habitación y que me abriera la puerta, ya que en un hospital psiquiátrico no puedes ir y venir a tu antojo porque cierran las habitaciones con llave, así que si quería entrar tenía que convencerlo. Finalmente, después de varias explicaciones de mi dolor ficticio, me dio permiso. Aún no era el momento de encontrarnos, durante tantos años esperando este momento, sabiendo que llegaría, reproduciéndolo en mi cabeza y ahora era incapaz de afrontarlo.
Me senté en la cama y noté como todo mi cuerpo estaba tenso, intenté respirar hondo, coger aire para poder soltarlo y des contraerme. No lo conseguí, mi cuerpo estaba decidido a acortarse, a arrugarse. Intenté coger aire muy fuerte, para abrir el esternón y liberar los omóplatos, pero no podía. Me quedé pensando en la esquina de la cama, y me empecé a balancear. Había aguardado este momento desde hacía tanto tiempo, que me parecía irreal estar viviéndolo. Llegué a pensar que podía ser una alucinación. No me di cuenta, pero llegó la hora de cenar. Había estado varias horas en la cama, tal y como me senté. Pero para nada me parecía que hubiera pasado tanto tiempo, para mí fue como si hubieran pasado solo cinco minutos. Me miré las manos, las tenía encima de las rodillas, las levanté y vi como temblaban. No podía salir allí y verlo cara a cara. Aún no podía afrontarlo. Me dolía la mandíbula, me di cuenta que había estado todo ese rato apretando los dientes. Me dispuse a meterme en la cama y no moverme. Tenía miedo que fuera él quien viniera a buscarme. Me daba miedo que él iniciara el primer paso, porqué entonces tendría el control de mí otra vez. Y esta vez quería que fuera diferente con todas mis fuerzas.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Gala Planas Piñeiro os lo agradeceremos.