Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
El 1 de marzo de 1999, un grupo de exploración marchó a una investigación rutinaria sin saber que cambiaría para siempre sus vidas.
Una grabación de quince segundos.
Una extraña criatura de grandes e inocentes ojos que se acercó demasiado.
Un submarino y su tripulación que no volvió a ver la luz del sol.
«Julia»
La culpa de lo sucedido carcome a Huck Greene, uno de los supervivientes de la catástrofe de marzo, por lo que decide romper el silencio en el que ha estado sumido los últimos treinta años. Descubre la verdad de lo que ocurrió a la tripulación y a su submarino, conoce aquello que se esconde bajo nuestros mares.
Laura R. Rodríguez, nacida en Alicante, en mayo de 1994, ha dedicado casi toda su vida al cuidado de personas con autismo y diversidad funcional. Aun trabajando, jamás ha dejado de escribir y crear, deseando mostrar al mundo los nuevos y fascinantes mundos que imagina cada noche antes de ir dormir.
No fue hasta agosto de 2020 en el que decidió dedicarse en cuerpo y alma para hacer ese sueño realidad. Gracias a eso, la puedes ver en distintas antologías como son: 7 Pecados, Soy valiente, Fantaciencia, Reino de Themyscira, T.errores II. Además, de un relato publicado en la revista Droids & Druids Criaturas II, La Druida.
Es redactora en la revista de Generación Lectora y ha autopublicado su primera novela, Los caprichos de Eros I Entre flores blancas, escrita a cuatro manos con su amiga Layla Corice, en Amazon.
«Si eres un amante de lo oscuro, seguro que la curiosidad te ha llevado a investigar lo que se esconde en las profundidades del mar. Seguro que te has encontrado con un sonido aterrador y real captado por la N.O.A.A.
Hablo de los quince segundos en los que se puede escuchar algo diciendo "Julia", captado entre el Estrecho de Bransfield y el Estrecho del Cabo Adare. Quieren hacernos creer que proviene del movimiento del hielo sobre el fondo marino de la Antártida, pero… ¿de verdad vas a dejar que te engañen así?
Si te gustan las historias de terror lovecraftiano, Voces desde el abismo sabrá darte el buen rato que esperas encontrar al abrir un libro. Descubre la verdad del 1 de marzo de 1999 narrada por un perturbado Huck Greene y abre los ojos a lo oculto».
«No sé si debería decir esto, si puedo dejarlo plasmado en algún otro lugar que no sea en mi mente, aunque sea en un documento que nadie va a leer. ¿Tengo siquiera permiso para recordarlo? No estoy seguro, pero necesito sacarlo de mi interior.
Estoy desesperado por arrancar de mi maltrecha memoria los hechos acaecidos el primer día de marzo de 1999. Estoy seguro de que mucha gente conocerá lo que sucedió, pues si eres un fanático de lo oscuro o siniestro estarás al tanto de lo que te voy a contar. Y, si no te suena, tal vez con solo decir el nombre, sabrás a qué me refiero.
Julia.
Sí, Julia. Estás leyendo bien.
¿No te suena? Pues debería, ya que esto fue terrible para nuestra tripulación y el mundo entero enloqueció con nuestro descubrimiento. Esa perturbación que escuchamos en lo más profundo del océano se ha hecho tan viral que tiene hasta su propia página en la maldita Wikipedia. Está plagada de mentiras absurdas, en las que los más entusiastas han intentado darle un sentido a qué fue lo que la provocó. No obstante, el gobierno de Estados Unidos desecha todas esas ideas y alegan que fue debido a un iceberg.
Fueron quince míseros segundos, pero a mí todavía se me revuelve las entrañas el recordarlo y sé que lo hará hasta el día que me muera. ¿De verdad la gente cree que pudo ser un estúpido iceberg? ¿Qué tan necio es el ser humano que piensa que lo ocurrido se puede explicar con una explicación tan absurda?
Por eso ya no puedo ocultarlo más. Necesito contar qué fue lo que ocurrió y pediros disculpas por ello.
Quizás mi discurso se vuelva inconexo y lo siento si esta carta se vuelve algo confusa. Estoy intentando relataros lo que pasó hará ya treinta años y, aunque no haya dejado de atormentarme, mi memoria ya no es lo que era.
Y, sinceramente, agradezco que sea así».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Laura R. Rodríguez os lo agradeceremos.