Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
La guerra en Naem dura ya casi cinco siglos. Zyre, uno de los magos que se dedica al estudio de los textos del enemigo, nunca ha comprendido como eso es posible. No entiende cual es la causa por la que no se pueden resolver las cosas con diálogo o qué puede ser tan importante como para dar vidas a cambio de ello.
Una de esas vidas que se ha llevado la guerra ha sido la de Uçan, su mejor amiga y prácticamente su hermana. Desaparecida en combate desde hace meses, nadie se molesta en buscarla hasta que Aloir, príncipe de los mestizos, desaparece en circunstancias similares.
Ahora Zyre se ve obligado a acudir al frente para investigar la desaparición del príncipe. Como siempre, piensa cumplir con su deber. Pero si va a la guerra no es por trabajo. Es porque piensa encontrar a Uçan.
El Autor
Alba Valero nació el 16 de agosto de 1994 en Íllora (Granada). Se licenció en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por la Universidad de Granada en 2017. Posteriormente cursó el Máster en Dirección de Recursos Humanos en EAE Business School en Madrid en 2019.
Paralelamente a lo anterior, la faceta como escritora de Alba comenzó a desarrollarse desde su adolescencia, adquiriendo madurez con el paso del tiempo. El Deshonor de la Verdad no es su primer libro, pero si su primera publicación.
Con esta obra, la autora no busca un relato fantástico lleno de héroes con un don superior que salvan el mundo. El objetivo es contar la historia de cómo personajes que no tienen ventajas sobre los demás, luchan por lo que consideran correcto, con los éxitos y fracasos que eso conlleva.
«Hace cinco siglos que nadie cree en Naem. Tras una guerra interminable, nadie puede pensar que existan dioses o héroes elegidos que vayan a venir a ayudar. Si algo superior existiera, ya habría detenido aquella locura.
Zyre, un mago que se dedica a desentrañar los secretos del enemigo, es consciente de ello. Acabar con la guerra depende de los habitantes de Naem y si hubiera voluntad de diálogo, sería posible. Es lo que cree hasta que se ve obligado a acudir al frente de batalla, donde aprende que existe un punto de no retorno tras el cual, el diálogo ya no sirve.
El Deshonor de la Verdad nos recuerda que los villanos existen por algún motivo, que incluso los buenos cometen errores y que cuando las fuerzas están igualadas, que gane un bando u otro depende de la más mínima decisión que se tome».
«Debería haber abierto los ojos. Le había ordenado a sus ojos que despertasen. Quizá los tenía abiertos y la diferencia respecto a tenerlos cerrados era nula.
Se estiró, aunque no llegó a levantarse. No tenía motivos para ello. Tampoco espacio. Como siempre, nada percibió. Solamente la más silenciosa y desoladora oscuridad.
La odiaba. Odiaba la oscuridad como una ruole que era. “La oscuridad de los océanos alberga los más extraños y temibles peligros”, su mente reprodujo la imagen de su madre, con sus descuidadas manos azules, diciéndole aquellas palabras con la lengua de signos habitual de su raza. Siempre tan temerosa y cariñosa, siempre intentando protegerla de todo mal. ¿Qué había de la oscuridad sobre tierra? Su madre no la había prevenido jamás de ella a pesar de que era tan aterradora como la de las profundidades marinas.
Además, la habían despojado de su anillo de nalur. Todos los habitantes del mar, como ella, solían llevar una joya hecha de nalur, un mineral luminiscente que les ayudaba a iluminarse y protegerse en las profundidades marinas. Uçan notó como se le saltaban las lágrimas al recordarlo. Inmediatamente después se arrepintió: no podía desperdiciar ni una gota del agua que poseía en su interior. Se llevó las manos a las mejillas, secándoselas. Ante el tacto de sus propias lágrimas tuvo que reprimir de nuevo el llanto, con muchísima fuerza. Sus lágrimas eran agua. Agua. Solamente necesitaba agua. Nadar un rato. Con un solo instante se daría por satisfecha. Sumergirse y usar sus branquias solo para inspirar y expirar una vez.
Recitó en su mente aquello que siempre pensaba cuando creía que estaba consciente, intentando distraerse:
“Me llamo Uçan Lev Artyom. Tengo 24 años. Soy una ruole. Me he formado en la Academia de Alitheia. Dirigía uno de los grupos de exploradores en el Frente del Salloa. El enemigo nos capturó en una emboscada. Aunque nos superaban ampliamente en número nos derrotaron con magia, no con las fuerza de las armas. Con magia. Usaron la magia como arma. Mataron a todos mis subordinados. A mí me vendaron los ojos. Y desde entonces no he visto la luz”».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Alba Valero os lo agradeceremos.