El sentido de la adolescencia narra las vivencias de un joven desde su primer beso hasta que llega a la universidad. Marc es un joven con alta autoestima y con ganas de vivir y experimentar. La amistad, el amor, las ilusiones, los éxitos, los desengaños, el sexo, la autoestima, la familia y las amistades del verano son algunos de los temas que se entrelazan en las diferentes historias que cuenta este adolescente en primera persona. Un libro dirigido a jóvenes de diferente razón social o cultural que se sentirán identificados tanto en Marc como en los diferentes personajes que van apareciendo a lo largo de su historia.
Ander Blanco Maritxalar nació en Donostia, País Vasco, el 8 de diciembre de 2001. La enseñanza obligatoria la cursó en el barrio de Martutene en Arantzazuko Ama Ikastola, posteriormente estudió el bachillerato en el Instituto de Usandizaga y actualmente es estudiante del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en el INEF de Madrid.
Su pasión por el deporte le ha llevado a practicar diferentes deportes: fútbol en el Lehengokoak, baloncesto en el Askatuak y actualmente Rugby en el Cisneros de la Complutense. También es amante del deporte individual, principalmente el gimnasio y el parkour. Así mismo ha tenido la oportunidad de viajar por diferentes países: Irlanda, Perú, Francia, etc… Este es su primer libro y lo escribió cuando dejó un poco más apartadas la redes sociales e invirtió su tiempo en escribirlo.
«Las personas adolescentes se sentirán identificadas en el libro y las adultas descubrirán un mundo privado al que no se les permite la entrada. Un mundo intenso de sentimientos de la vida diaria: cambios en la autoestima, la amistad, el éxito, el fracaso, el sexo, el amor, la alegría de vivir, el agradecimiento por las personas que te rodean o el desengaño.
Animo a leer este libro porque estoy seguro de que en él encontrarás muchas cosas que has hecho, sentido, o pensado, y descubrirás que se pueden compartir. Espero que nos encontremos en el libro, tú mientras lees y yo mientras escribo».
«Si tú no eres feliz, aunque no conozca tu situación, aunque no sepa quién eres, te recomiendo que cambies, que busques algo, que escapes, no te quedes quieto mientras ves como tu vida se pasa, haz lo que sea y si no te gusta o no te hace feliz busca otra, no te rindas. Hay mil cosas que hacer en este mundo y solo una vida. De hecho, si preguntas a una persona mayor, la mayoría de lo que más se arrepiente son de todas esas cosas que podían haber hecho y no lo hicieron por miedo, ¿es curioso no?, cuanta felicidad perdemos por el miedo a que dirán, por no saber hacer las cosas solo, o por lo que más rabia me puede dar, por pereza. Odio la gente que se pierde mil cosas por no saber salir de esa zona de confort, y vivir de verdad, terminar de hacer algo y decir, “¡¡¡joder!!!, he hecho algo con mi vida, y mira todo lo que me falta”. El simple hecho de hacer cambios y probar de todo, te hace feliz. Luego ya están los factores externos que te ayudan a ser un poco más feliz que, en este caso es Andrea, ella me hace más feliz, pero tengo que tener cuidado porque si pierdes a alguien que te hace feliz, puedes sufrir mucho.
Sinceramente no sé qué me pasa, cada vez que llega el viernes tengo ganas de que ya sea lunes para poder verla. Intento que no sea tan exagerado y disfrutar de los findes, pero no puedo, solo pienso en verla. ¿Acaso me gusta? Francamente, creo que estoy empezando a sentir algo, porque no me parece normal que me parezca mucho más guapa de lo que la vi el primer día. Encima esta obsesión por verla se está haciendo peligrosa, la verdad, lo peor es que cuando termino el instituto y llego a casa directamente nos llamamos para hablar más y su presencia se me está haciendo necesaria.
Es extraño, porque se me están yendo las ganas de estar con cualquier otra chica. He quedado más días con Raquel, pero no me llena y cuando estoy con ella pienso en ver a Andrea el siguiente día. Por eso, de hecho, aunque quede con ella no me sale darle ningún tipo de beso y tan solo hablamos. Aunque un día al despedirme de Raquel es verdad que al final nos volvimos a liar, pero desde ese día hacía adelante no volvimos a quedar, ni siquiera para hablar. No me importó, porque ya había otra chica que, aunque no tuviese nada con ella, me hacía tan feliz ella que no necesitaba a nadie más con la que intentar nada».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Ander Blanco Maritxalar os lo agradeceremos.