Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Diario de un maltrato (y una sucesión de cataclismos inesperados). Elena es una divorciada madura que ha tenido una existencia mayoritariamente feliz hasta que su compañero actual, un hombre culto de profesión liberal y respetado por la sociedad, la agrede en un brutal acceso de ira. Creyendo cumplir con su deber para consigo misma y el resto de mujeres, interpone una denuncia.
Pero para su estupefacción, el rencor de su expareja se combina con la ineficacia de la administración y los agujeros de la justicia para convertir su vida en un infierno. Elena debe enfrentarse simultáneamente al miedo físico, la ruptura amorosa, el sentimiento de culpa por haberse dejado atrapar en aquella relación, la cerril incomprensión de algunas representantes de su mismo sexo, y un nuevo maltrato: el del sistema de quien ella siempre pensó que estaba ahí para protegerla.
Nacida en 1968, estudió en el instituto Alfonso II de Oviedo. Allí la suerte quiso que tuviera unos estupendos docentes de francés que harían que se decantase por estudiar filología en la universidad, convirtiéndose en pionera del Programa Erasmus en la Universidad del Sarre en 1989. Madre de tres hijos, se graduó en Lenguas Modernas en 2017 (especialidad italiano) tras escolarizarse la pequeña. Profesora particular de idiomas y redactora y correctora oficiosa de innumerables trabajos académicos, finalmente ha decidido liarse la manta a la cabeza y escribir obras de mayor envergadura. Militante comprometida, forma parte del colectivo feminista “Mujeres de la Escandalera” que se manifiesta en la plaza ovetense del mismo nombre cada vez que se produce un nuevo asesinato machista en nuestro país.
«Esta es una novela escrita en formato diario y con mucho sentido del humor que explora desde dentro el tema de los malos tratos. Aunque sea una obra de ficción, lo que sí es absolutamente real son los sentimientos que se muestran en ella, que provocarán la empatía del lector al acompañar a la protagonista en este calvario personal y judicial.
Si aún crees que los maltratadores son drogadictos cubiertos de tatuajes cuando es muy posible que el estirado vecino que siempre sujeta la puerta te tenga completamente engañado; si alguna vez has pensado que esto a ti no te pasaría; si crees que las leyes y la justicia protegen a los inocentes o si quieres abrir por fin los ojos ante una realidad que se esconde por vergüenza porque a nadie le gusta reconocer que ha estado haciendo el primo, entonces este libro es para ti».
«Todos nos sentimos atraídos por quienes nos parecen “bellos”. Es una cuestión de orden y de simetría. De hecho, los niños, cuando su visión aún es precariamente borrosa, ya muestran una inclinación por la simetría perfecta. Esto nos sucede tanto a las mujeres como a los hombres. Y Tino es guapísimamente guapo. Tan alto, tan espigado, tan moreno, tan todo de todo. Y sexy a más no poder. Con esos pies enooooooormes. No lo digo yo sola, que conste. El tipo, donde va, triunfa.
Y además existe otro dato curioso, que en nuestro caso concreto no se daba en absoluto, pero supongo que siempre hay una excepción que confirma la regla, y es que, aparentemente, nos gustan más las personas que se asemejen a nosotros. Y no solo en el carácter, sino sobre todo aquellas con determinados rasgos similares a los nuestros porque asociamos su físico con el de los miembros de nuestra familia y eso nos genera confianza o algo así. Bueno, eso dicen los entendidos…
Porque eso de que los polos opuestos se atraen puede durar un tiempo, pero para una relación a largo plazo es mejor que haya similitudes; sobre todo en la forma de entender la vida, diría yo. Y me temo que entre Tino y yo no había ninguna. Ni física, ni química, ni sólida, ni líquida, ni gaseosa. Ninguna. Yo soy rubia y atlética. Él, moreno, de ojos negros, y flacucho y desgarbado como un junco que se dobla a merced del viento. Yo soy alegre, cariñosa y espontánea. Él es apagado, huraño y, para seguir con las comparaciones botánicas, tiene la personalidad de un cardo borriquero.
Pero a lo que vamos es a que daba absolutamente igual, porque no nos hacía falta ninguna similitud: al final, siempre se hacía lo que él quería, y allí paz y después gloria. Su gloria, por descontado».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Ana García Vijande os lo agradeceremos.