Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Para Abigail el verano se presenta muy aburrido hasta que encuentra una misteriosa caja de madera en la playa, no quiere que nadie la vea, pero a partir de entonces en su casa empiezan a suceder cosas extrañas.
Cuando conoce a sus vecinos; Ágata una entrañable anciana y Simon su arisco nieto, no le pasa desapercibido que esconden una caja parecida a la suya. ¿Sabrán ellos que secreto esconden las cajas?, y ¿qué tiene que ver con la palabra «custodios» que Simon no quiere que vea en su ordenador?
Puede que todo esté relacionado con las hipnóticas luces que Abigail a descubierto en la cueva de la bruja o las voces susurrantes que la invitan a introducirse en su interior.
Un mundo lleno de misterios, magia y guardianes se abre ante Abigail, pero estará preparada para descubrir todos los secretos.
En abril de 1975 nacía en la localidad de Santa Coloma de Gramanet, Maria José Heras Lapeña, donde permaneció su primer año de vida. Después se mudó con su familia a Sevilla. Actualmente vive en la localidad de Carmona.
Entusiasta de la naturaleza y de los animales se especializó en la rama de ciencia y concluyó sus estudios con la titulación de Ingeniero Técnico Agrícola.
Amante de la lectura, lee prácticamente todo lo que cae en sus manos, aunque sus preferencia se inclina hacia la ciencia ficción y la fantasía, encontrando su máximo exponente en la literatura infantil y juvenil.
Desde los doce años comenzó a escribir las historias que se le pasaba por la cabeza, aumentando con el tiempo su extensión y complejidad.
Trabaja como monitora de transporte escolar.
«Cuando leo un libro me gusta que su historia me envuelva y me atrape hasta el punto de no querer dejar de leer, deseando saber el final, y cuando llega, lamentando que la historia no siga un poco más, con esa idea en mente escribí está historia, dime tú querido lector si lo he conseguido.
Los custodios es una historia pensada para pasar un buen rato en un mundo mágico donde puedes dejar volar tu imaginación acompañando a Abigail, su protagonista, mientras descubre un mundo oculto sólo conocido por los custodios de las cajas, y sientas que tú también estás viviendo sus aventuras junto a ella».
«Cuando Simón regresó con su abuela, la duda que se había planteado se le disipó. Ágata lo esperaba sentada en el salón, en el sillón más cercano a la chimenea, su mirada era circunspecta, pero Simon no se dio cuenta al principio, estaba demasiado ocupado en huir de la lluvia y en secarse, como para prestar atención a nada más.
—Menuda tormenta esta, y parece que va para peor, no es normal, estoy empezando a pensar que aquí hay algo más que las inclemencias del tiempo —comentó Simon mientras se quitaba el impermeable y las botas de agua—. No entiendo como esa chiquilla no se ha quedado en su casa, se habrá puesto perdida para llagar aquí.
—Tenía algo importante que contarme.
—¿A ti? —preguntó Simon intrigado mirando a su abuela—. ¿Qué era eso tan importante que no podía esperar?
—Ha encontrado una caja —dijo Ágata tranquilamente. Simon se puso blanco y abrió mucho los ojos sorprendidos.
—No puede ser —dijo escéptico, pero al ver que su abuela parecía preocupada preguntó—. ¿Es la que buscamos? —continuó más animado—. ¿Está ya en la cámara?
—No está en la cámara, no nos pertenece —dijo Ágata.
—Pero Nana. ¿Qué estás diciendo? Sabes lo peligroso que puede ser que la caja esté sin custodio.
—Lo sé perfectamente, pero no está sin custodio.
—No entiendo nada de lo que dices —dijo Simon confundido.
Ahora que tenía toda la atención de su nieto Ágata le contó lo ocurrido».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y María J. Heras os lo agradeceremos.