Acerca de mí.

Mi nombre es Carmelo Cañete Rubio, tengo 61 años y resido en Barberà del Vallès, un pueblo de la periferia de Barcelona, aunque soy originario de Tarifa, un pueblo de la provincia de Cádiz que tiene el privilegio de estar enclavado en uno de los espacios más hermosos de la geografía española: El Estrecho de Gibraltar

El proyecto que presento aquí supone la publicación de mi primera novela, un thriller.

La inquietud por escribir es algo que he sentido desde hace muchos años, ya que soy muy aficionado a la lectura, pero, como suele ser habitual, el día a día me ha ocupado todo mi tiempo, hasta que finalmente me decidí y, tras un proceso que me ha llevado aproximadamente dos años, he conseguido finalizar el escrito y darle la forma adecuada.

Este libro no es el primero que escribo, aunque nunca he publicado nada,  pero sí es al que más tiempo y esmero he dedicado hasta dejarlo lo suficientemente pulido como para permitir una lectura ágil y cómoda en una historia (las novelas son solo eso, historias) que intriga y que además permite al lector situarse en entornos reales que pueden visitarse, por parte de los que no conozacan el lugar, o identificarlos si es el caso contrario.

Esto ha sido corroborado por aquellos que lo han leido en el largo proceso de revisión y configuración. Escribir no es fácil y he contado con diversas personas tanto de mi entorno familiar como externos al mismo que han aceptado leerlo y darme su opinión al respecto, lo que agradezco profundamente. 

El Bujero es una novela de ficción al cien por cien, pero que hunde sus raíces en la forma de vida de un tiempo y un lugar que son totalmente reales.

También algunos de los personajes que se nombran en el libro, siempre de pasada, sin ningún tipo de protagonismo en la historia, son reales, son personas que han existido o existen aún, y que han dejado su huella en la historia de un pueblo por otra parte cargado de historia y de historias.

Tarifa está enclavada en el extremo más meridional de Europa, a tan solo 13 km. De la costa africana y en la conjunción del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo.

La historia se articula a partir de que un, recién,  jubilado, Juan Martín, encuentra un cadáver durante uno de sus paseos por La Caleta, paraje que combina acantilados con pequeñas calas formadas por losas de roca y guijarros.

A ese primer cadáver seguirán otros sin que ni la Guardia Civil, ni el propio Juan Martín que empieza a tener pesadillas extrañas desde el primer hallazgo, puedan dar explicación  a dichas apariciones, ya que no se corresponden con denuncias por desapariciones o con la llegada de pateras procedentes de la costa Africana.

Nadie ha denunciado nada y no se encuentran datos de ninguno de los cadáveres, parece que, simplemente, no existen.