Nuestra misión consiste en evitar parte de la salvaje e incontrolable deforestación que está teniendo lugar en todas las zonas verdes del planeta, la cual se está viendo incrementada muy notablemente debido al aumento de la población. No es necesario ningún estudio previo para comprender que si nos quedamos sin árboles, no solo nos quedaríamos sin madera y una larga lista entre manos de fauna en vías de extinción, hay estudios recientes revelando que la deforestación es una de las causas principales del efecto invernadero y de algunos de los desastres climáticos que tanto impacto han causado en los medios de comunicación. Tenemos un amplio conocimiento de los efectos que produce el cambio climático, pero sólo disponemos de un conocimiento parcial de las causas que lo producen.

La destrucción gradual de la capa arbórea de todo el mundo constituye un problema grave con consecuencias múltiples. Dentro de los efectos se encuentra: la reducción de la productividad general de las zonas, el suelo está más sujeto a la erosión, se altera el ciclo hidrológico, disminuye en buena medida la biodiversidad y se reducen las reservas de nutrientes y biomasa antes almacenadas en los restos de árboles y hojas.

De acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su informe de 1993, se destruyeron 9.6 millones de hectáreas de bosques tropicales en años anteriores. Y es que la deforestación de todos los países se ha producido a una velocidad alarmante desde la Revolución Industrial, pero se reduce al hecho de que los países en el que acontece este problema necesitan mayor progreso económico y su crecimiento demográfico es acelerado.

De acuerdo a un estudio realizado acerca de los cambios climáticos por causa de la deforestación, se concluyó que esta actividad humana trae como consecuencia la transmisión de enfermedades por vector como la malaria, esquistosomiasis, filariasis y la enfermedad de Chagas (Walsh, 1993).

Es evidente que la deforestación no será fácilmente controlada por múltiples razones:
ausencia de voluntad política y organización, la poca voluntad de reconocer y aceptar las consecuencias a largo plazo, inhabilidad de controlar a los responsables y la falta de capacidad científica para administrar los recursos naturales.

Este proyecto no es la solución a todos los problemas medioambientales de España o del planeta, pero es una iniciativa con muchas posibilidades de éxito. La sustitución gradual del uso de madera por la madera procedente del bambú.

Actualmente existen empresas en el mercado español dedicadas a elaborar productos hechos con bambú, pero dichas empresas obtienen esta materia prima mediante la importación desde otros países en los que esta gramínea forma parte de su cultura y biodiversidad con los consecuentes costes que suponen tanto los portes como los defectos producidos por el transporte. Éste es uno de nuestros objetivos a mediano plazo, la adecuación de las especies de bambú necesarias para realizar las primeras plantaciones en nuestra geografía, y a partir de los primeros viveros, lograr incentivar tanto a empresas como a emprendedores para su utilización productiva.

Un estudio acerca del bambú

Es la gran alternativa a la madera como también a otros productos contaminantes como el plástico, con ventajas ambientales y funcionales. El bambú está emergiendo como un material alternativo con cualidades excelentes para recubrimiento de suelos, muebles y decoración de interiores. Existen más de 2.000 especies de bambú. Algunas resisten el estiramiento mejor que el acero, por lo que este material se ha utilizado tradicionalmente en la construcción de andamios, balsas o puentes enteros. En la vivienda moderna occidental, el bambú puede entrar como sustituto de la madera con algunas ventajas.

La primera es que el bambú se considera un cultivo sostenible, porque es una hierba que se renueva naturalmente cada siete años y no necesita la utilización de plaguicidas ni fertilizantes si se trabaja de manera apropiada. Es la planta que más rápidamente crece sobre la superficie de la Tierra: algunas especies crecen ¡hasta 90 centímetros diarios!

Otra ventaja es que está libre de nudos que puedan afectar su estabilidad. El bambú es el material más versátil de la naturaleza. Tradicionalmente se ha utilizado para hacer desde trampas para peces a cañerías de agua, pasando por instrumentos musicales.

Recortándolo en tiras que se pueden encolar, se fabrican muebles, alfombras, bandejas, recipientes de ensalada y todo tipo de complementos para la casa. También es posible elaborar paneles, similares a los de madera, muy finos y resistentes, aunque las colas utilizadas pueden contener compuestos orgánicos volátiles tóxicos. Para evitar las colas, se puede cubrir el suelo con rollos de tiras de bambú unidas por cinta adhesiva o hilo. Estos rollos pueden confeccionarse a medida y con el dorso de látex o yute, de manera que pueden utilizarse como alfombras.

Con piezas de bambú laminado se pueden cubrir suelos que resultan, en general, tanto o más duros que el roble rojo (pero éste se toma 120 años para mad urar, mientras que el bambú está listo en cinco). El color indica la dureza, pues no es el resultado de un tintado, sino del calentamiento: cuanto más oscuro es el bambú, más se ha calentado y más blando es.

Además, se encuentran suelos en diferentes texturas, en función de la anchura y la disposición de las tiras.

Un material muy fácil de cuidar

El bambú se limpia muy fácilmente. Sin necesidad de recurrir a ningún producto químico. Sólo hay que pasar diariamente una mopa o un trapo que elimine el polvo y, de vez en cuando, una bayeta humedecida en agua tibia con un chorrito de vinagre. Al contrario que las maderas, el bambú resiste muy bien el agua, por lo que es apto para baños y cocinas.

El principal enemigo del bambú es la sequedad ambiental. Antes de instalar un suelo de bambú, de la misma manera que uno de madera, es necesario que las tablas reposen durante dos días en el espacio para adaptarse a su nivel de humedad. Luego, sólo hay que mantener una ventilación adecuada, sobre todo en invierno, cuando el uso de la calefacción puede resecar el ambiente.

Metas y objetivos:

Nuestra meta, innovación en el uso de nuevas materias renovables. Incentivar la creación de nuevas empresas como también la creación de futuros puestos de trabajo. Dar a los agricultores la posibilidad de una nueva fuente de beneficios, así como mostrar al mercado un nuevo material sano, ecológico y con miles de aplicaciones posibles, de bajo coste, antialérgico, comestible y una larga lista de motivos por los que luchar por introducirlo.

Un claro objetivo consiste en la realización del primer bosque de bambú en España, con su consecuente impacto a diversos niveles; social, ecológico y productivo. Existen muchísimas posibilidades aplicables a este proyecto.

Social

El bosque de bambú pretende desarrollar un centro de relajación ecológico empleando la totalidad de la zona para realizar actividades tanto fundacionales como humanitarias.

Existirán diversas áreas dedicadas a diferentes temáticas entre las que se encuentran tales como la bambuterapia, la cual consiste en un masaje muy característico realizado con bambú, yoga, un área infantil adaptada a los niños con algún tipo de dificultad , tanto psíquica como fisiológica, atendidos por personal profesionalmente formados tanto en psicología como en educación especial. Llevando a cabo actividades tanto adaptativas como interactivas con las personas y con el entorno.

Ecológico

Queremos promover la utilización del bambú para recuperar zonas perdidas tanto por los incendios forestales como áreas en riesgo de desertización. En tan sólo dos años se pueden restablecer zonas verdes. A pesar de ser una planta exótica invasiva en algunas de sus especies, puede resultar muy útil frente al avance de los incendios forestales. Esto es debido a su característica catalizadora frente al fuego. En la actualidad el bambú se emplea en algunos países a modo de barrera contra el fuego. Otra de sus c aracterísticas más notables reside en su velocidad de propagación si nos referimos a las variedades de bambú correderas o “rastreras”. Tiene la capacidad de repoblar zonas amplias de terreno con pocos ejemplares en comparación con otro tipo de plantas, lo cual supone una reducción en costes bastante considerable. Debido a su estructura, pueden evitar la desertificación en zonas de riesgo elevado.

Productivo

El Bosque de Bambú pretende crear talleres donde tanto las empresas como los emprendedores puedan recibir la información y las nociones básicas necesarias para la adaptación a este tipo de material en todas sus variantes productivas. Esto implica un voto de confianza por parte de las empresas que actualmente trabajan con productos madereros no renovables y un mercado virgen donde los emprendedores puedan iniciar sus planes en la creación de nuevas empresas.

Además, estos talleres pondrán a disposición de quienes lo soliciten la formación necesaria en la fabricación y uso de los diferentes medios necesarios para tratar el bambú.

El bosque de bambú también ofrecerá las gramíneas necesarias para cada tipo de cultivo, esto es, textil, maderero, alimentación, medicina, estética, decoración, construcción, etc.

Acciones humanitarias del bosque de bambú

El Bosque de Bambú pretende desarrollar a largo plazo programas mediante los cuales se valore la posibilidad de crear plantaciones en países del tercer mundo para así facilitar la creación de nuevas empresas locales y a su vez incentivar el comercio en esas áreas del planeta.

El desarrollador de la idea

La idea del Bosque de Bambú la fui desarrollando a lo largo de los últimos dos años cuando aprendí a utilizar este tipo de material para la fabricación de instrumentos artesanales, los cuales he ido vendiendo con el objetivo de proporcionar una parte de los beneficios a programas para la construcción de centros educativos y orfanatos para los niños abandonados por la guerra en Nicaragua, otra parte de los beneficios serviría para la subsistencia de mi familia por mi condición de desempleado.

Debido a los escasos ingresos que obtenía en la fabricación de instrumentos por la poca demanda, consideré otras alternativas y empecé a desarrollar un proyecto que por aquel entonces nunca pude haber imaginado: el primer bosque de bambú de la Península Ibérica.

Desde hace aproximadamente un año, a pesar de las adversidades y las dificultades que ha supuesto realizar las inversiones necesarias para llevar adelante el proyecto con un sueldo de 420 euros por desempleo, he logrado obtener las variedades de bambúes para la creación del bosque, así como también los terrenos necesarios para el inicio del proyecto.

Unos 11000m2 de suelos en actual estado de abandono gracias a la contribución de Vicen, a quien tengo el honor de mencionar aquí por su enorme aportación y a la gran confianza que ha depositado en mí.

Este es el principal motivo por el que os estoy pidiendo vuestra ayuda. He llegado hasta aquí con motivación e ilusión a pesar de las grandes dificultades que estoy viviendo, pero ha llegado el momento de dar el gran paso. O todo, o nada.

Gastos iniciales del proyecto:

Instalación de una valla de seguridad perimetral: 4200€
Adecuación de los caminos y terrenos del bosque: 5000€
Instalación sistema de video vigilancia CCTV: 2400€
Valla publicitaria: 640€
Costes licencias, permisos y trámites legales: 2000€

Este cálculo es aproximado. El coste total del proyecto excede la cantidad que es necesaria para iniciar el proyecto. Para cualquier información respecto a ofertas que reduzcan las cuantías de la lista anterior, por favor, ponerse en contacto con info@bosquedebambu.es

Muchas gracias a todos.
Sin vuestro apoyo, no sería posible.