Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Miguel, un pianista autodidacta abandona la periferia de Barcelona y una relación turbulenta para vivir junto a un viejo amigo, Gerard, que huyó de allí hace años sin dar explicaciones. Motivado a descubrir por qué se marchó, se refugiará con él en una pequeña ciudad de interior, mientras trata de encontrar la confianza suficiente para volver a interpretar música en el piano. Allí conocerá a Román y Mabel, dos hermanos misteriosos a los que les une un amor incondicional por la música y que están dispuestos a ayudarle. Años más tarde Miguel recordará esta historia, para tratar de tomar una decisión que sólo le corresponde a él y que podría cambiar su vida. Días contados es una novela racconto que expone el deseo, el duelo y la aceptación, y viene a mostrar que cada pérdida es también una oportunidad.
Inés de Hueso (Castilla-La Mancha, 1998) es escritora. Empezó a publicar sus textos en internet a los doce años. A los dieciséis autoeditó su primer fanzine. Se graduó en Periodismo e hizo un máster de Edición Profesional. Ahora escribe, dibuja, fotografía, autoedita fanzines y lee mucho. Le encantan los gatos, los idiomas y los Balcanes.
«Una novela corta, de lectura sencilla y directa que sin embargo abarca algunos de los grandes temas universales de la literatura. Amor, duelo o deseo, la aceptación de uno mismo o encontrar tu lugar en el mundo. Un relato con lenguaje muy personal y un camino común que une el amor por la música».
«Desperté turbado en medio del sueño. Cuando aún pensaba en seguir desperezándome y estirarme sobre la cama, noté un bulto que ocupaba la otra parte de la cama. Estaba boca abajo, con los brazos sobre la almohada y dormía plácidamente, imperturbable. El sol habitual entraba por la ventaba y llenaba todo ese espacio, como habitualmente, haciendo que la melena del chico brillara más rubia aún de lo que era. Que pudiera intuir las líneas de los músculos y sus volúmenes. Cuando alargué la mano para poder acariciarlo, dudé, temiendo despertarlo. Pero no sucedió nada. El cuerpo no se movió. Porque el cuerpo no era real. Había sido un sueño. Ahora sí que estaba turbado.
Me levanté y fui a la cocina. Había una taza de café, tostadas frías y un cigarro junto a una nota escrita en una caligrafía de niño.
Serveix-te. Estaré treballand amb els nens. Gràcies a la nit d'ahir.
Ànim trobant feina ( i aixecant el país) (L)
—Gerard
Sonreí. Cuando salí a ver la ciudad, aún era otoño y no había tenido tiempo de pasear por allí. Llevaba algo más de un mes y medio. Apenas había podido empezar a procesar cosas viejas para añadirles cosas nuevas. Estaba obsesionado con no ser una carga, tanto que le había negado a Gerard muchas cosas con él porque no quería debérselas.
No entendía la hospitalidad desde hacía mucho tiempo. Por eso me había obsesionado tanto la idea de encontrar un trabajo. La ciudad era lo de menos para mí. Me hubiera dado lo mismo eso que vivir en una masía catalana. Pero era cierto que tenía un encanto extraño y decadente difícil de describir. Las hojas habían llenado el suelo de pequeños mantos. Como no corría mucho viento, en algunas partes de los parques se podía atravesar una especie de rumor y la densidad de las hojas de esa manera, como si fuera un lodazal propio y especial, específico. La tonalidad de las hojas era clara y se mezclaba, haciendo difícil distinguirlas entre sí. Pensándolo bien, el frío no me parecía tan insoportable».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Inés de Hueso os lo agradeceremos.