Kobe es un pastor alemán de 2 años de edad que nos dejaron abandonado cuando apenas tenía un mes. Al pequeño perro le hemos dado muchisimo cariño y todos los cuidados necesarios; siempre piensos de calidad y todo lo necesario para que tenga un desarrollo adecuado. A pesar de ello, varios acontecimientos abversos han hecho que no podamos seguir manteniendo los caros tratamientos. En octubre sufrió una torsion de estomago; por suerte lo pillamos a tiempo, y gracias a un gran equipo veterinario, kobe sobrevivió (se debatió entre la vida y la muerte). Hicimos todo lo que nos fue posible para poder pagar la costosa operación (en horario de urgencia) y también la clinica nos dejó pagar poco a poco la parte restante de la deuda.
Desde que kobe tenía un año, cojea cuando hace ejercicio intensivo, cuando hace frio o hay excesa humedad, por culpa de una displasia de cadera que se le detecto en los meses posteriores al primer sintoma de cojera. Ahora, como ya he dicho antes, no tenemos los medios suficientes para costear el tratamiento y las pruebas necesarias para darle una vida medianamente decente al joven pastor alemán. El tratamiento consta de condoprotectores para reducir la inflamación de la articulacion y asi facilitar el ejercicio del perro; antiinflamatorios ocasionales exclusivos para uso veterinarios para los dias de frio y lluvia o dias en los que el perro se resienta más del dolor; pruebas de control de cadera y determinación del grado de displasia y pienso especial para perros con problemas de articulaciones.
Queremos mucho a este animalito, y verlo sufrir nos duele muchisimo. Somos una familia humilde a la que nos encantan los animales.