Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Antes, el Reino estaba lleno de flores de todas las formas y colores que pudieras imaginar, con grandes propiedades medicinales. Se decía, que existían unas mágicas que curaban cualquier enfermedad: las Flores de la Vida.
Pero la reina prohibió esos conocimientos y eliminó las flores para que sólo ella conociera esos secretos. Ahora los habitantes viven ignorantes y felices, a pesar de la enfermedad mortal que se extiende por el reino.
Cuando el jardín secreto de la reina es destruido, Micasio y su pequeña compañera deberán encontrar el Jardín de la Diosa, un lugar que según los cuentos, posee todas las plantas que antiguamente existían. Juntos descubrirán el secreto que esconde la reina y el pasado que todos han olvidado, la verdad sobre las Flores de la Vida y esa enfermedad mortal.
Nací en Madrid, en abril de 1996. Escribir y dibujar son mi pasión desde niña. Empecé a crear mis propios cuentos y mundos de fantasía, muchos naciendo de mis sueños.
Me hace feliz crear novelas, la mayoría de fantasía y aventuras, aunque todos necesitamos una chispa de terror, amor o magia en algunos momentos. También creo microrrelatos, cuentos y cómics. Disfruto con un buen tomo del fascinante mundo japonés.
Mi sueño es que se conozcan mis historias, y disfrutéis leyéndolas al menos la mitad que yo creándolas. Sentiros parte de la aventura, riendo y llorando con los personajes, (incluso como yo imitando sus gestos mientras voy tecleando). Me gustaría crear una serie o una película basada en alguna de mis queridas historias.
«Gracias por disfrutar con mis aventuras tanto como yo. Todos necesitamos soñar y sonreír de vez en cuando».
«Es una novela de aventuras con un poco de magia de hadas y escenas que te sacan una risa.
En medio de la noche, el jardín secreto de la reina es destruido y pide la cabeza de su joven jardinero. Micasio deberá encontrar el Jardín de la Diosa y las Flores Mágicas de la Vida, para salvar al reino de la enfermedad mortal y a él mismo, con el tiempo jugando a contrarreloj.
Los cuentos hablan del jardín y las hadas que lo custodian, de la antigua ciudad de Eterna y su maldición blanca. Pero la reina no le dejará marchar tan fácilmente, necesita esas flores para seguir con vida y siendo joven.
Nuestros protagonistas no saben que la reina les vigila de cerca, ni quiénes les persiguen acechando desde el bosque, esperando el momento para atacar.
¿Encontrarán el jardín o la enfermedad les matará antes?».
«La reina miraba a otro lado, mordiéndose las uñas. Cuando volvió a encararle, el chico intentó que no leyera su cara, aunque el miedo y el temblor de todo su cuerpo ocultaba cualquier otra emoción.
—¿Qué sabes de él?
—¡Nada, solo su nombre, Roby! Solo le he visto dos veces, mi señora, parecía amable, no sé más —aseguró, ocultando que le había dejado entrar, si lo contaba estaría muerto.
—No tiene familia y nadie sabe dónde vive, nadie parece conocerle —siseó ella, arrancándose media uña de un bocado.
Micasio levantó las cejas sorprendido, ¿nadie conocía a Roby? Él no iba por la ciudad y no conocía a los habitantes, pero creía que era de allí. Cada vez desconfiaba más del joven y se sentía peor, le había utilizado.
—¿No has podido rescatar nada? —le preguntó, sacándole de sus pensamientos.
—Pues… —dudó muy nervioso.
—No sabía si usar sus plantas secretas, no había tenido tiempo de decidirse. La reina decidió por él, se plantó frente a Micasio y este dio un paso atrás.
—Si no puedes darme esas flores ya no te necesito…
Dio una palmada y las puertas se abrieron, los dos fornidos guardias de antes lo cogieron de los brazos, y sus piernas se doblaron del terror. Sus pies arrastraron por el suelo cuando ambos hombres empezaron a llevárselo.
—¡Espera! —gritó rápidamente— ¡Sé dónde encontrar más!
La reina levantó la mano y se detuvieron, le hicieron girar y Melinda se agachó a su altura para mirarle. Sus ojos hablaron por sí solos, no quería mentiras ni que la hiciera perder el tiempo.
—Habla por tu vida, niño…
—Sé dónde hay más!, mi abuela me habló del Jardín de la Diosa y allí están todas las flores que existen ¡y tantas Legudemas como puedas soñar! —explicó a toda prisa.
Ella chasqueó la lengua asqueada y los guardias apretaron sus brazos con fuerza.
—Solo son cuentos…
Melinda agitó la cabeza y los guardias lo arrastraron de nuevo. Micasio chilló con más fuerza para que pararan.
—¡¡Sé dónde encontrarlas, no miento!! Sabes de lo que era capaz mi abuela y todo lo que sabía, y ella me enseñó todo a mí. Yo también tengo la enfermedad y necesito la medicina, así que si no las consigo también moriré, ¡por eso no te miento, mi vida depende de que lo encuentre!
—La reina cambió su expresión, examinándole detenidamente. Era cierto, ese crío moriría sin las flores. Ella también conocía las historias del jardín y no podía conseguir más Legudemas, ya no quedaban más del sitio donde se las llevó.
—Usted sabe que es lo único que puede salvarme y si me deja ir las traeré, ¡lo juro por mi vida! Le traeré todas y así volverá a ser como antes. Usted me dejará seguir tomando la medicina como hasta ahora y cuidaré su jardín, es lo único que sé hacer, este es mi hogar.
Tomó una bocanada de aire y respiró a toda prisa, las palabras le habían salido solas, fruto del miedo de morir. La reina lo pensó varios minutos y los guardias siguieron sujetándolo en vilo, hasta que ella habló.
—Está bien… Tráelas y ni se te ocurra huir, no necesito amenazarte ya que sabes lo que te pasará… Por mucho que huyas te perseguiré por siempre, eso, si no te mata la enfermedad antes de que yo te saque las tripas.
—¡Sí señora! —asintió a toda prisa, con la respiración entrecortada.
Ella agitó la mano y los hombres le soltaron. Micasio cayó de rodillas frente a la reina y bajó la cabeza en una reverencia.
—No te fallaré, mi reina.
—Más te vale… tienes 2 meses».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Raquel Riello os lo agradeceremos.
